Iván Vicente: «Ojalá esta Goyesca me abra las puertas de otras ferias»

Iván Vicente regresó a la Monumental de Las Ventas el pasado verano, seis años después de que fuera apartado del círculo de carteles. El madrileño rozó el triunfo; cortó una oreja en su reencuentro y de no haber fallado con la espada, otro gallo podría haber cantado. En menos de una semana comenzará su temporada en una tarde importante para los aficionados de la capital, ya que debuta en la Goyesca del Dos de Mayo acartelado con Abellán y Juan del Álamo, al mismo tiempo que Joselito lo hará como ganadero con un encierro completo de El Tajo y la Reina.

–Comienza el año en la Goyesca del 2 de mayo con Joselito debutando como ganadero. ¿Qué espera de su debut goyesco en el 2 de mayo?

– En primer lugar no encuentro palabras. Para mí es un orgullo, un privilegio y una gran suerte formar parte de un cartel tan importante, tan emblemático y tan bonito a la vez por muchas circunstancias: por ser mi debut en una fecha tan señalada en un cartel muy interesante con tres toreros contrastados, muy del gusto de la afición de Madrid y cómo no, por asistir al debut del maestro Joselito como ganadero, pues qué voy a decir, que estoy enormemente ilusionado.

– ¿Eso es lo que siente a pocos días de empezar una nueva temporada? Ésta es la que podría cambiarlo todo.

– Totalmente. Es una oportunidad única que se me presenta porque, bueno, es un poco la consecuencia y el fruto recogido de la temporada pasada y así lo afronto. Sé que puede ser clave en mi carrera por la fecha que es; tengo toda la temporada por delante y de haber triunfado, que ojala dios así lo quiera, se puedan abrir las puertas de ferias en las que me gustaría estar.

– Hace mucho tiempo que no se hacía en Madrid la desencajonada de los toros de la Goyesca. ¿Qué le parece que vuelvan a hacer este espectáculo? Es algo diferente que la afición no está muy acostumbrada a ver...

– Es un aliciente para la gente, que dé pie a que vaya a ver los toros que se van a lidiar en los próximos días. Yo creo que es bueno, además estamos hablando de la plaza de Madrid y con la organización que hay no creo que lo acusen los toros a la hora de la lidia.

– Y gratis para que todo el mundo vaya el sábado por la tarde a Las Ventas.

–Claro, por supuesto, estamos hablando de que hay que aumentar la afición e intentar que la gente vaya. Y de qué mejor manera que un sábado por la tarde en la plaza más importante, entrada gratuita para todo el mundo y poder ver un espectáculo como éste. Yo creo que es una iniciativa bonita e importante.

– ¿Eso podría ser un paso para en el futuro volver a tener los toros en El Batán?

– Ojalá, no estaría mal porque además lo recuerdo muy de cerca, me pilló en mi época en la escuela taurina y era bonito para los profesionales que estábamos allí o los chavales que querían ser toreros, al igual que para los aficionados porque era un ambientazo increíble. Sería muy bueno.

– Y más en estos momentos crudos que vivimos...

– Sí, está claro que ahora todo lo que se haga es poco. Todo lo que trate de fomentar nuestra afición, nuestro mundo, es poco porque nosotros estamos necesitados de ello y la gente también necesita que se den facilidades y que al final vean la tauromaquia como la realidad que es, no como la que nos quieren hacer ver.

– Cuéntenos cómo ha sido su preparación invernal.

– En cuanto a la preparación no ha cambiado nada. Considero que soy un torero que se prepara fuerte y a conciencia. En lo único que ha cambiado es que he afrontado el invierno con mucha más ilusión porque tener por delante fechas como la del 2 de mayo, te hace estar mucho más ilusionado y muy feliz, que en definitiva es lo que todos buscamos. La preparación ha sido igual que otros años.

– Has tentado en varias ganaderías importantes como Victoriano del Río, Ángel Sánchez, Alcurrucén, Montealto... ¿Sus sensaciones?

– Pues mira, me has pillado cambiándome que he toreado dos toros hace nada, así que imagínate si sigo con la preparación, aquí no se para (risas). Ya no para preparar porque de lo que se trata en estos últimos días es de intentar coger sensaciones buenas porque el trabajo ya le tenemos hecho.

– Si damos para atrás y volvemos al verano pasado en su reencuentro con Las Ventas cortó una oreja y de no ser por los dos pinchazos en el sexto, podrían haber cambiado muchas cosas... ¿cómo vivió ambas faenas?

– Resumiéndolo: la tarde del 9 de agosto suponía para mí el regreso a la plaza de Madrid después de seis años, que ya para mí era un logro y un sueño otra vez. Estar seis años sin torear en Madrid hace mella y en su momento fue la clave. Creo que aproveché la oportunidad, estuve a punto de abrir la puerta grande de no ser por esos dos pinchazos al segundo toro y las sensaciones fueron muy buenas. Tanto el aficionado como la gente que no me esperaba ver, se quedaron muy sorprendidos y la pregunta que se hacían era que cómo después de tanto tiempo sin estar activo, porque retirado no he estado nunca, sin sonar prácticamente, habían visto a un torero maduro, preparado y con las cosas claras.

– El resultado es que Madrid se quedó con ganas de más.

– Sí, afortunadamente. Por ese lado también me siento un privilegiado porque siempre la afición de Madrid me ha tratado muy bien y así lo he sentido, con mucho respeto. Y si encima se quedan con ganas de volver a verte, pues imagínate son palabras mayores.

– Mucha gente no entendía porqué había estado seis años sin torear en Madrid, pero gustó mucho lo que se vio en el ruedo. ¿Todo este tiempo le ha servido para mejorar y potenciar el concepto que busca?

– Está claro, es lo que te digo. Sigo siendo el mismo torero con mi mismo concepto, pero más depurado por el paso del tiempo. A la vez lo que sí cambia es la actitud, la forma de plantearme las cosas, el futuro, y el paso del tiempo te va dando cuajo como persona y como torero, que eso es el reflejo que tenemos en la plaza cada uno.

– ¿Qué balance hizo de 2015 después de torear la última del año en Las Ventas?

– A pesar de la temporada corta que fueron cuatro los festejos que toreé, el balance fue muy positivo porque de los cuatro festejos, dos de ellos fueron en la plaza más importante del mundo que es la de Madrid, dos tardes muy bonitas y muy importantes en cuanto a lo profesional. Hubo grandes triunfos y oportunidades de cuajar importantes, tanto en Tafalla como en Calatayud, y ahora mirando para atrás, todo lo que se me presenta es gracias al año pasado por lo que la temporada pasada fue clave en mi carrera.

– ¿Tiene algo firmado más allá de su comparecencia en San Isidro?

– En principio nada, lo que tengo por delante es las tardes del día 2 y del 29 que ojalá cambien las cosas y salgan más.

– ¿Qué objetivos se ha marcado para este año?

– Sobre todo disfrutar de mi profesión que es para lo que he vivido y llevo toda la vida luchando por un sueño que es sentirme realizado y valorado. También dar la razón a aquellos que ha creído en mí en todo este tiempo y que sepan que el torero con el que hace tiempo se ilusionaron sigue vivo. Ojalá pueda darles lo que se merecen.

– Para mí es un gran ejemplo de que a pesar de haber estado mucho tiempo en la zona oscura, eso no le ha quitado ni el sueño ni las ganas por seguir luchando.

– Efectivamente, me alegro de que me lo digas, es evidente para quien sigue o ha seguido mi carrera. Muchas veces los toreros nos precipitamos en decisiones pero cuando uno tiene un sueño por el que luchar y por el que levantarse cada día, que en definitiva es de lo que vivimos, de los sueños, lo más importante es perseguirlo y aunque esté perdido, eso creo que lo he demostrado.

– En su ciudad, en su plaza y ante su afición.

– Como te decía qué mejor lugar y qué mejor plaza para demostrar el momento en el que me encuentro de felicidad, que al final es llegar y decir: “esto es lo que he querido y estoy donde he querido estar siempre”, en la plaza de Madrid, en un cartel tan importante y con una corrida con muchas garantías. Al final todo lo que dependa de mí tengo claro que voy a hacerlo, el resto queda en manos de Dios...