Literatura

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José Manuel Quinta: «Escribano sólo piensa en torear y en las fechas que va a perder»

El diestro sevillano recibió la vista de los diestros Ángela Hernández y Juan José Padilla

Escribano, con Ángela Hernández y Juan José Padilla
Escribano, con Ángela Hernández y Juan José Padillalarazon

Manuel Escribano permanece ingresado en la UCI del Hospital Rey Juan Carlos de Móstoles y su evolución «aunque lenta, es favorable», asegura David de Gerena, su mozo de espadas. El diestro sevillano pasó en la mañana de ayer una nueva revisión médica a cargo de los doctores Gustavo Díaz y Carlos Ferrini, que llevaron a cabo su intervención de urgencia el pasado sábado. «El torero permanece estable y, de momento, no ha sufrido ninguna complicación, ni coágulos, ni fiebre; incluso ha bebido agua esta mañana y la ha digerido bien», describe su hombre de confianza.

A pesar de los dolores que sufre el torero, De Gerena asegura que está «animado, no puede todavía hablar bien, su voz es tenue, pero se le ve contento». Y más tras la visita de Ángela Hernández y Juan José Padilla: «El maestro llegó por sorpresa y Manuel se vino arriba». «Para él, Padilla es un torero digno de admiración, una figura del toreo cosida a cornadas, que le ha prestado una medalla de oro del Cristo de la Salud y la Virgen de los Dolores y le ha dicho: ''Cuando vuelvas a vestirte de torero me las devuelves; eso será señal de que ya estás recuperado''».

Como la evolución del torero siguió siendo positiva a lo largo de la tarde de ayer, los médicos decidieron incorporarle en la cama para comprobar que el riego sanguíneo seguía sin problemas. «Sentado estuvo muy poquito, porque sigue muy dolorido, pero ya tiene mejor color y le vemos mejor cara», asegura José Manuel Quinta, picador y primo hermano del torero.

Escribano sólo pudo hablar unos minutos con su familia, a los que recalcó «sus ganas de torear», sostiene Quinta. «A pesar de los dolores que sufre y de estar todavía algo adormilado, Manuel sólo piensa en volver a vestirse de luces y en las fechas que va a perder lo que queda de temporada».

Aunque la mejoría es notable, sus allegados no pueden evitar recordar los momentos críticos de la llegada al hospital. «El panorama fue horrible y los familiares no nos movimos hasta saber alguna buena noticia, pero gracias a Dios le salvaron la vida y ya han pasado las primeras 48 horas, que son las más críticas; ahora lo que deseamos es que la evolución siga siendo favorable y que poco a poco vaya mejorando hasta poder bajar a planta», concluye el picador.