Toros
La segunda fortuna de México aterriza en la Tauromaquia europea
Simón Casas y José Cutiño se unen al poderoso Alberto Bailleres con ETMSA
Hablemos de una fusión. Un secreto a voces que circulaba desde hace tiempo por los mentideros taurinos y hoy se ha convertido en realidad. Nace FIT (Fusión Internacional de la Tauromaquia). Una unión en la que desembarca a lo grande Alberto Bailleres, la segunda fortuna de México según el informe de Forbes. Sus aliados: un español y un francés; José Cutiño y Simón Casas, que desde hace tiempo gestionan el entramado taurino juntos y por separado. Tres empresas, tres, una fusión con el proyecto de dar “fuerza y potenciar la Fiesta de los toros”. Uniendo fuerzas y con la potente (se intuye) inversión de la fortuna mexicana, el trío empresarial suma esfuerzos y plazas, “con un único proyecto que es el de proteger la Fiesta de los toros”, según manifestó Antonio Barrera, apoderado de Morante de la Puebla, sentado en la primera fila, y a su vez representante de Etmsa (la empresa de México).
Alberto Bailleres es el presidente del Grupo BAL, que da cabida a negocios relacionados con las finanzas y la metalurgia. Además, en su vertiente taurina es el responsable último de la empresa Etmsa, que aglutina una gran mayoría de las plaza mexicanas. En la lista figuran la Monumental de Aguascalientes, Monterrey, Ciudad Juárez, Mérida, Irapuato, Aguascalientes San Marcos, Acapulco y el coliseo Yucatán. Con esta nueva fusión, a este número de plazas se unen las que gestionan en España los nuevos socios, Cutiño y Simón Casas, como son Valencia, Olivenza, Zaragoza, Córdoba, Alicante, Badajoz, Zafra, el extraordinario Coliseo de Nimes y Don Benito. Y según valoró el propio José Cutiño: “Queremos recuperar plazas que están en una situación complicada, como es el caso de Vitoria”.
Aparte de esta vertiente en la gestión empresarial, Etmsa lleva la carrera de Morante de la Puebla y Hermoso de Mendoza y Alejandro Talavante (hasta ahora en México). Y se suma así a las de Fermín Bohórquez, Daniel Luque, Finito de Córdoba y Ginés Marín.
Poca información ofreció la rueda de prensa más allá de la alianza de tres países en la gestión de la tauromaquia. Ni datos ni un proyecto encaminado a desmarcarse de la realidad imperante. Una apuesta inicial, casi embrionaria, en la que todas las partes mantuvieron que cada uno seguirá gestionando sus plazas de manera individual, aunque por encima se encuentre esa unión reconocida a través de las siglas FIT. En cuanto a la idea que sobrevuela sobre el monopolio que se crea en esta fusión, Simón Casas argumentó minutos después de la presentación: “Esto no es un monopolio, no hay que verlo así, porque no es nuestro proyecto, es la manera de trabajar por la tauromaquia”. Ya durante el evento apuntó que la negociación con Bailleres no había rondado “lo económico sino el valor artístico de la Fiesta”, aunque después en un grupo más reducido admitió que “sin una inyección económica, no podría seguir en el toreo”.
No se dieron a conocer datos, ni porcentajes, por lo que el rumor de la absorción quedó en el aire. Cutiño afirmó después que cada uno era “socio en un porcentaje según las empresas que gestiona”.
En el horizonte está la plaza de Madrid, la monumental de Las Ventas, aunque José Cutiño relató que no estaba de momento entre las prioridades.
Apenas estrenamos el año, inauguramos después una gestión empresarial que habrá que darle un tiempo hasta ver cómo se desenvuelve y si se materializan esos proyectos que hoy eran palabras.
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