Pablo Aguado: «En honor a Ureña entregaré la misma verdad que habría puesto él»

No quedaban huecos. Los días se sucedían y el fin de temporada acechaba. Todas las fechas cerradas y las últimas ferias más que abrochadas. Pero incluso en la tragedia puede caber la esperanza. Al menos la de otro.

Pablo Aguado, diestro de 27 años que hace un año tomó la alternativa en Sevilla, ha encontrado solo cinco tardes en su primera temporada como matador. En su caso, ha sido en el percance de un compañero, el de Ureña, -que permanece en el hospital de Albacete por una cornada en el ojo-, donde ha encontrado su única oportunidad en una gran feria desde el lejano abril. «Una oportunidad tan arriesgada como preciosa. Tras un año toreando muy poco ir a Madrid con una corrida de tantas expectativas no parece lo más prudente, pero estos últimos festejos de septiembre me han dado ese punto de confianza para aceptar el reto», asegura el espada.

El sevillano no oculta su incomprensión por no haber sido contratado después de cortar una oreja en la Feria de Abril, pero tampoco la actitud de querer seguir luchando: «Después de Sevilla fue frustrante ver como pasaban todas las ferias por delante, pero decidí dedicarme a mantener la ilusión y seguir preparándome, en vez de quedarme en casa maldiciendo el sistema».

Este hueco que se le ha abierto a Aguado tiene un valor especial. Es el único puesto de esta Feria de Otoño que ha estado libre del capricho de los bombos, que diseñaron un cartel más que rematado, con el vigente triunfador de San Isidro (Talavante), uno de los mayores protagonistas de este año «venteño» (Fortes) y los toros de Victoriano del Río. Unas condiciones aparentemente destinadas a las mayores figuras, pero la empresa apostó por él. «Confirmar la alternativa en un sorteo me parecía demasiado arriesgado, pero este cartel era una oportunidad de oro, cualquier torero lo habría deseado. Valoro mucho que la empresa haya premiado mi triunfo en la Feria de Abril».

Con azar o sin él, el joven matador confirmará su alternativa ante la responsabilidad de cubrir la baja de un torero al que Madrid esperaba y a quien irremediablemente añorará en esta Feria de Otoño tan especial. «A nadie le gusta sustituir a un compañero herido, y cuando es a uno como Ureña sientes la responsabilidad de al menos dar la verdad y el riesgo que él habría puesto, en honor a él».

La desgracia y el destino parecen haberse entrometido en el capricho de los bombos y es que como afirma el propio Aguado: «La suerte sin trabajo no es nada». Finalmente el cartel queda de la siguiente forma: Toros de Victoriano del Río para Alejandro Talavante, Fortes y Pablo Aguado.