Pamplona colgará el cartel de «No hay billetes» este fin de semana

A tope. Los hoteles, pensiones y cámpings de Pamplona y su comarca colgarán el cartel de «completo» estos Sanfermines durante los dos primeros días de las fiestas, el 6 y 7 de julio, coincidiendo con el tradicional chupinazo y el primero de los encierros, con las reses de Alcurrucén recorriendo las calles de la capital navarra.

Pasado el fin de semana, a partir del lunes, la ocupación irá en ligero descenso, puesto que oscilará por encima del 80 por ciento hasta el viernes, momento en que volverá a dispararse la ocupación hostelera hasta el domingo 14, en el que los toros de Miura, fieles a la tradición, bajarán un año más el telón al ciclo pamplonica.

La crisis económica ha provocado que, en general, esté bajando la ocupación hotelera durante los Sanfermines por parte de clientes nacionales, aunque, sin embargo, aumentan las reservas por parte de estadounidenses y se mantienen las de australianos y británicos, así como las de italianos, alemanes y franceses. El núcleo extranjero mantiene el tirón.

Otro factor que se deja notar en relación a la crisis es la disminución en el número de días que pernocta cada cliente durante el ciclo, pero que, lógicamente, se traduce también en un mayor número de visitantes, aunque sea de menor duración su visita, según informó la Asociación de Hoteles de Pamplona. No obstante, estas previsiones mantiene las lógicas reservas, puesto que tanto las reservas de última hora como las realizadas por Internet pueden colgar también el cartel de «No hay billetes» en las jornadas de entre semana.

Asimismo, también la empresa Erreka, una de las encargadas de la reserva de balcones para el encierro, tiene completamente ocupados el primer día, 7 de julio, los trece balcones que gestionan. Un total de 185 plazas cubiertas.

Otro de los sectores que obtiene importantes ingresos por los Sanfermines es el comercio, pues, aunque en las últimas semanas el mal tiempo registrado en la capital navarra aminoró las ventas -sobre todo de ropa para las fiestas-, en estos días previos a los Sanfermines, ya se ha logrado alcanzar el ritmo habitual de cada julio pamplonés.