Valencia

Román: «Valencia verá a un torero más evolucionado»

El novillero analiza su trayectoria y comenta los objetivos de esta temporada horas antes de volver a Fallas, el ciclo que lo lanzó

Gaonera de Román, en imagen de archivo
Gaonera de Román, en imagen de archivolarazon

Todo empezó en Valencia. Allí nació y creció. Como torero y como persona. Y en el coso de la calle Játiva, hará un año, Román se convertía en la sorpresa del escalafón novilleril. Santiago López y Simón Casas depositaron su confianza en él tras lidiar a su primer novillo. Para el segundo, ya eran sus apoderados. Ha pasado una temporada y «no tiene nada que ver», asegura Román. Pasó de la nada, al todo o a casi todo. Al joven torero todavía le quedan muchos objetivos por alcanzar.

«El año pasado, a estas alturas, era Valencia o nada», recuerda. Este año es diferente la situación, pero igual la sensación: «Uno va con la misma idea, porque igual que vienen los contratos, se van; pero es verdad que se torea con más ilusión todavía». De momento, el pasado miércoles en Castellón consiguió cortar una oreja a su primero y dejar muy buenas sensaciones como aperitivo para la temporada 2013.

«Con el primer novillo disfruté mucho porque pude hacer lo que voy buscando», asegura. «Evidentemente, hay aspectos que corregir, pero noté mi evolución». Una progresión basada «en la regularidad, en el conjunto de la faena, algo que hace el oficio». Sin embargo, «con el segundo se vieron detalles» que le dejaron «una espina clavada por no haber podido cuajarlo».

La novillada era de El Parralejo, un hierro con el que Román tiene experiencia: «El año pasado toreé tres novilladas de esa ganadería y ojalá pudiera matar muchas más». Asimismo, el valenciano no se cierra puertas: «Toreo lo que me dicen y mato lo que me echen».

No todo fueron buenos momentos en el 2012. Una lesión ósea molestó al torero «desde abril del año pasado hasta febrero de éste». La fractura del quinto metatarsiano del pie izquierdo «ya está soldada completamente, pero durante la temporada sabía que cualquier pisotón lo podía volver a partir».

El año pasado fueron 17 compromisos. Este año no tiene marcado un número concreto. «La idea es torear lo máximo posible, no sé cuántas, lo que sí sé es que este año la gente va a ver un Román más evolucionado», advierte.

Donde sí vieron al torero el año pasado, entre otras plazas, fue en Nimes (Francia). Una plaza que llamó la atención del valenciano «por el silencio de la afición: salía el toro y escuchabas todos los sonidos del animal». Además, Francia es un país muy ligado a la vida del torero: «Mi madre es francesa, yo tengo la doble nacionalidad y aprendí antes a hablar francés que castellano».

El valenciano tiene muchos retos en mente, no todos taurinos, entre ellos, acabar el bachillerato. «Me quedan tres asignaturas para terminarlo y, más adelante si es posible, me gustaría compaginar una carrera universitaria con los toros; por ejemplo, me gustaría estudiar Periodismo», reflexiona.

Aunque queden «muchas cosas pendientes», Román se marca unas metas a principios de temporada que, hasta ahora, siempre ha conseguido: «El año pasado quería salir de Fallas con apoderado y lo conseguí; quise acabar la temporada con un buen ambiente y también lo logré». El próximo objetivo es «que la gente hable de Román para poder tomar la alternativa el año que viene». ¿Dónde? «En Valencia o Nimes». ¿Con quién? «Con El Juli, Manzanares o Perera».

Para ello, «todavía queda mucho». Y sabe que «en la vida, nadie te regala nada y no pasan las cosas por casualidad». Eso sí, «todo esfuerzo tiene su recompensa» y el novillero se muestra firme de cara a esta temporada. «La idea es que cuando la gente vaya a verme, quieran volver», concluye.