Cataluña

Soriano: «En la Constitución no existe ninguna limitación normativa que impida regular las corridas de toros»

Lluis María Gibert, presidente de la Federación catalana, impulsora de la ILP
Lluis María Gibert, presidente de la Federación catalana, impulsora de la ILPlarazon

El jurista José Antonio Soriano abrió la sesión de la tarde para hacer hincapié de nuevo en la constitucionalidad de esta regulación legislativa al afirmar que en la Carta Magna «no se habla ni para bien ni para mal de la Fiesta de los toros, no hay ninguna limitación ni normativa al respecto de la misma».

En palabras de Soriano, esta ILP taurina responde al «desasosiego generado por los constantes sufridos en los últimos años y que ha terminado con un modelo de Fiesta constreñido». Acción y reacción. «Es evidente que si surge esta Iniciativa es porque antes hubo una en contra, y que nadie olvide que la Fiesta se ha llevado muchos palos en los últimos tiempos... Abandonemos ya ese debate, porque es imposible cambiar la manera de pensar de un taurino o un antitaurino, pero la virtud está en encontrar un justo equilibrio», reclamó.

«Los toros tienen parte de Cultura, no son ninguna aberración y no hay más que darse una vuelta por cualquier museo o biblioteca para comprobarlo», dejó claro. Además, Soriano reclamó que no se deje escapar esta oportunidad para acotar y modernizar la Fiesta. «La ILP abre ahora un camino, mejorable por supuesto, para abrir un cierto reapoderamiento de las competencias estatales para la regulación de las corridas de toros», advirtió sin dudar, no obstante, que «comunidades como Extremadura, Castilla-León o Madrid han hecho más por la Fiesta que desde el Gobierno central».

Soriano pidió que como buena parte de los aficionados piden «no se dé nada de más a la Fiesta, pero que tampoco se la perjudique», recordando además que «los ingresos en taquilla del toreo en concepto de IVA triplican según los últimos datos a los del cine».

«La Fiesta actualmente está bajo mínimos y los festejos se han reducido prácticamente a la mitad, ésa es la realidad de hoy, por eso su aprobación, de acuerdo a ese principio de acción-reacción antes citado, supone un estímulo de apoyo moral para los aficionados a un espectáculo de masas que genera empleo, beneficios y mejora los ecosistemas, todo ello, con la insignificante aportación de recursos públicos del Estado», recordó matizando que «nadie ha venido aquí para reclamar más ayudas».

«Es tan error pensar que la Tauromaquia es una en toda España como considerar que es idéntica en cada provincia, por eso se debe respetar la libertad de elección para ir o no a las plazas y que su futuro se decida de acuerdo con las leyes de la oferta y la demanda; si muere que sea por sí sola», concluyó.

Por su parte, Luis María Gibert, que acudió en calidad de impulsor de la ILP taurina como presidente de la Federación de Entidades taurinas de Cataluña, realizó un recorrido por los grandes genios de las Cultura vinculados al mundo del toreo, antes de enumerar la relación de esta misma a través de las siete vertientes fundamentales de las Artes.

Asimismo, Gibert llevó su discurso hacia el lado más sentimental queriendo descubrir ante los parlamentarios «la dolorosa privación de la libertad de elección que ha sufrido el pueblo catalán, maltratado y vilipendiado, pese a su arraigada tradición cultural con las corridas de toros». Por este motivo, defendió su «capacidad para escoger si ir o no a un espectáculo convenientemente reglamentado».

Por último, Gibert miró al modelo de Francia, que ha sabido «sembrar» de cara al futuro, no sólo «por la protección dada a la Fiesta de los toros sino también por su fomento en las escuelas y la presencia, desdramatizada, que tiene en su sociedad sin limitación de edad».