Talavante: «Un apoderado independiente como Curro Vázquez no supone un cambio tan radical»

El matador de toros Alejandro Talavante se encuentra ya en México, junto a su flamante nuevo apoderado, el también torero Curro Vázquez, con el que está deseoso de iniciar «una relación de plena confianza entre toreros», si bien considera que esta nueva etapa no supone «un cambio tan radical como puede parecer».

«Llevo ya siete años de alternativa, y este cambio de apoderamiento responde a mis nuevas necesidades: mi carrera va a seguir la misma senda, pero con Curro Vázquez voy a matizar muchos aspectos técnicos y estéticos para llegar al nivel que quiero, porque necesito que alguien como él me despierte las sensaciones que hay que tener delante del toro para trascender más», explicó sobre las razones del cambio en una entrevista concedida a la agencia Efe a raíz de su ruptura profesional con Manuel Martínez Erice, empresario de la plaza de toros de Las Ventas.

En la misma, Talavante insiste en desterrar la creencia de que el apoyo de un apoderado del círculo de empresarios importante en el circuito de ferias ha ayudado a impulsar su carrera. «No por estar con una empresa grande se te facilitan las cosas en el ruedo, la obligación de triunfar es la misma», analizó antes de reconocer que «claro que desde esta independencia administrativa a la que vuelvo los triunfos y los fracasos tienen una mayor dimensión, lo sé por experiencia», recalcó el extremeño.

Sobre su balance de esta temporada, en la que ha rebasado los cuarenta paseíllos, el diestro pacense destaca sobre el resto la salida a hombros de Las Ventas -cuarta de su carrera- y el triunfo en su actuación en solitario en Mérida, festejo retransmitido en directo por TVE. «En Mérida, más de un millón de personas pudieron ver el camino por el que quiero llevar mi toreo, fue una suerte que estuvieran las cámaras de televisión porque ha sido, hasta ahora, una de las tardes más importantes de mi carrera», calificó satisfecho.

Mientras, de su paso por Madrid, que tuvo una de cal y otra de arena con el pobre balance de su encerrona con seis toros de Victorino Martín corregido días más tarde con la cuarta Puerta Grande, Talavante definió su sensación final como «una liberación». «Hubo muchas excusas como los toros o el viento... para justificar que no pudiera hacer el toreo con los «Victorinos», pero más que tener una espina clavada tuve una corona de espinas entera en mi cabeza hasta que me pude desquitar con esa Puerta Grande una semana después», recuerda el torero con más salidas a hombros de Las Ventas en el siglo XXI.

«Madrid siempre es un objetivo que te obsesiona, porque, aunque hayas triunfado ya, allí sólo cuenta el presente», explica antes de asumir que mantiene una relación «especial con esa plaza». «Mi relación con esa plaza, con todo lo que he ganado y he perdido allí, es tan especial que siento una confianza abismal cuando piso su ruedo», confiesa a un par de días de inaugurar este domingo la Temporada Grande en el coso de Insurgentes de México DF.

Allí, volverá a sentir de cerca la fuerte vinculación de su vida con el país azteca. No en vano, está casado con una mexicana y su hijo nació en aquellas tierras. «No soy nada patriotero, pero no renuncio a mis raíces extremeñas ni tampoco al privilegio de poder disfrutar también del toreo mexicano, de su sabrosa herencia y de su maravilloso concepto, aunque tengas unas connotaciones taurinas muy distintas a las de España, porque tu prestigio de aquí, allí no vale de nada», advirtió.

Por su parte, Curro Váquez, cercano a él, escoltándolo, explica el porqué de su nueva unión con Talavante, tras pasar un año en blanco, sabático tras la retirada de Cayetano y el final de su relación con Morante de la Puebla. Para Vázquez, «Alejandro tiene mucho campo para evolucionar». «No es que su carrera estuviera mal gestionada, pero este cambio le va a ayudar a mantener la ilusión por torear, los toreros mejoran año a año, no sólo en calidad sino en su forma de interpretar el toreo; recuerdo que Antonio Bienvenida, cuando ya había cumplido los cincuenta, me dijo que seguía aprendiendo todos los días, y Alejandro me ha trasmitido ese mismo afán de superación», afirmó convencido de que él con su experiencia puede «fomentar ese afán».

«Son tiempos complicados para este tipo de gestión independiente en el toreo, aunque no creo que peores que los que se viven en cualquier otro sector, porque, al que tiene a toda la familia en el paro, no le vamos a contar ahora los taurinos cómo están las cosas económicamente», concluyó.