Feria de San Isidro

Una gesta con ambiente de gala

Cayetano Martínez de Irujo comparte callejón con Salvador Victoria, consejero de Presidencia, Justicia y Portavoz del Gobierno
Cayetano Martínez de Irujo comparte callejón con Salvador Victoria, consejero de Presidencia, Justicia y Portavoz del Gobiernolarazon

Y por fin llegó el día. La gesta del extremeño se hizo realidad en la décima de abono. Con un hombre y seis toros, Las Ventas acogió un ambiente de gala que, un día más, no tuvo en cuenta el frío para acudir a la Catedral del toreo. Caras conocidas de la talla de Joaquín Sabina, Mercedes Milá, Cayetano Martínez de Irujo, el guitarrista Vicente Amigo, el actor Jorge Sanz o periodistas como Joaquín Prats, Pedro Piqueras o Carles Francino no quisieron perderse el día de más expectación de la feria.

Asimismo, el presentador Ramón García o los periodistas Nacho Aranda y Teresa Viejo no dudaron en estar presentes en el coso madrileño. También el polifacético diplomático español Inocencio Arias, el embajador de Francia en Brasil –antes en España– y gran aficionado Bruno Delaye o el presidente del Senado, Pío García Escudero, sacaron tiempo de sus apretadas agendas para dedicarlo al toreo. En el ruedo hubo un único diestro, pero la gente del toro quiso estar presente para apoyar a Alejandro Talavante. Así, matadores de toros como Julián López «El Juli», Miguel Abellán, Dávila Miura, El Fundi o el mexicano Diego Silveti, que trenza hoy su único paseíllo en San Isidro, se dejaron ver por la primera plaza del mundo. Como también hizo lo propio Andrés Vázquez, matador de toros y autor de la misma gesta con estos toros pero en 1970, concretamente el 3 de mayo, cuando cortó dos orejas. Quienes son habituales en tardes de relumbrón (o no) son Adolfo Suárez Illana, Carmen Lomana, el cantante Caco Senante o los diestros Curro Vázquez, Jaime Ostos, el escritor Fernando Sánchez Dragó y Agustín Díaz Yanes, autor del spot de Talavante que sirvió para promocionar la encerrona. Independientemente del resultado, la de ayer era una tarde para vivir y presenciar. Y eso hicieron las personalidades de dentro y fuera del toro.