Estudio

El estudio que asocia el consumo excesivo de pollo con mayor riesgo de cáncer y muerte prematura

La investigación se basa en el análisis de datos de 4.869 personas residentes en el sur de Italia, participantes en dos estudios de cohorte

El estudio que asocia el consumo excesivo de pollo con mayor riesgo de cáncer y muerte prematura
El estudio que asocia el consumo excesivo de pollo con mayor riesgo de cáncer y muerte prematura istock

Un nuevo estudio publicado en la revista científica Nutrients ha vinculado el consumo elevado de pollo con un mayor riesgo de padecer cáncer y de fallecer prematuramente. En concreto, el consumo de más de 300 gramos semanales de esta carne blanca podría estar relacionado con un incremento del 27% en el riesgo de muerte por cualquier causa y del 2,3% en el riesgo de desarrollar cánceres del tracto gastrointestinal.

Pechugas de pollo listas para cocinar
Pechugas de pollo listas para cocinar istock

Estos resultados contradicen la mayoría de investigaciones previas y las recomendaciones nutricionales vigentes, que suelen presentar el pollo como una fuente saludable de proteínas.

Datos procedentes del sur de Italia

La investigación se basa en el análisis de datos de 4.869 personas residentes en el sur de Italia, participantes en dos estudios de cohorte. Los voluntarios informaron sobre su consumo de carnes rojas y de ave, y esta información se comparó con diagnósticos de cáncer y con registros de mortalidad.

Advertencia: no implica causalidad

Los propios autores advierten que los resultados no permiten establecer una relación de causa-efecto. Es decir, no se puede afirmar que el consumo de pollo provoque directamente el aumento del riesgo. Podría haber factores no contemplados que influyan en esta asociación.

Importantes limitaciones del estudio

Entre las limitaciones señaladas por los investigadores se encuentran la ausencia de datos sobre la procedencia del pollo, el uso de pesticidas, antibióticos o métodos de cría, así como el tipo de cocinado empleado. Tampoco se tuvieron en cuenta otros aspectos clave del estilo de vida, como la actividad física o la dieta completa de los participantes.

No hay motivos para dejar de comer pollo

A la luz de estas limitaciones, los expertos no consideran que esta investigación sea suficiente para modificar las guías dietéticas actuales ni para dejar de ver el pollo como una opción saludable. No obstante, destacan la necesidad de seguir investigando cómo los factores que rodean al consumo de esta carne —como su origen o preparación— podrían influir en la salud.

Los especialistas insisten en que lo más importante es mantener una dieta equilibrada, variada y rica en nutrientes, prestando atención al tamaño de las porciones, la calidad de los alimentos y los métodos de cocción utilizados.