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El punk de los 80 deja de ser secreto

RTVE.es tiene a disposición de los internautas un documental transmedia sobre el movimiento músical y social en Madrid, que fue eclipsado por la repercusión de La Movida.

Escena del documental en el que un punki observa como unos jóvenes ocupan una casa en los años 80
Escena del documental en el que un punki observa como unos jóvenes ocupan una casa en los años 80larazon

RTVE.es tiene a disposición de los internautas un documental transmedia sobre el movimiento músical y social en Madrid, que fue eclipsado por la repercusión de La Movida.

En los idealizados años 80 en Madrid la eclosión contracultural que trajo La Movida produjo una efervescencia que, en esos momentos, pocos eran capaces de calibrar. Por lo pronto, la Prensa daba palos de ciego con los nuevos músicos y artistas, y solo algunos prestaron atención al emergente movimiento punk en la capital. El documental interactivo «Lo que hicimos fue secreto», pruducido por el Laboratorio de Innovación Audiovisual de RTVE (LAB), y que ya está disponible en rtve.es/punk, rescata su legado.

«Fue un movimiento muy interesante, aunque estaba bastante soterrado porque fue tapado por La Movida. Sin embargo, tuvo una trascendencia social y se generaron nuevas estructuras como la autogestión», explica César Peña, redactor de LAB. Lo que sí lograron fue no pasar inadvertidos.Y si les conocían era casi peor como comenta en la producción Ixma, el bajista de La broma de Satán –un grupo que se formó en 1978 en el barrio del Pilar y se disolvió en 1985–, «porque yo salía de mi casa, me tiraban huevos y me llamaban sinvergüenza».

Transgresión

Por aquel entonces, Nacho Canut, en activo con Fangoria, era miembro de Kaka de Luxe, el grupo creado por Fernando Márquez «El zurdo» y formado por Carlos Berlanga, Alaska, Enrique Sierra y él mismo. «De repente salimos un grupo formado por dos homosexuales, un bisexual y una hetero... si eso no era transgresor... En contraste, otros aparecieron con unas guitarritas y unos pelillos mientras cantaban ‘‘La chica de ayer’’», comenta Canut refiriéndose a Nacha Pop.

En los tiempos en los que no había teléfonos inteligentes con la aplicación WhatsApp, los punkies crearon espontáneamente centros de reunión donde encontrarse. La «zona cero» estaba en El Rastro y el bar de referencia era La Bobia, donde, por aquel entonces, había que estar sí o sí. Empezaron a proliferar los puestos improvisados en la Ribera de Curtidores en los que algunos chicos que iban y venían de Londres traían discos para vender. Se convirtió en un lugar de peregrinación hasta el punto de que se acababan los vinilos. La solución improvisada fue grabarlos en cintas de casette. Al tiempo, el punk patrio iba encontrando su hueco: salieron grupos como Panadería bollería nuestra señora del Carmen, Comando 9mm, Juanramones –que versionaban en español las canciones de Ramones–, Espasmódicos y Delincuencia sonora, entre otros. Y un solista que aún sigue siendo una referencia simplemente porque fue el más popular, Ramoncín.

Otro de los templos era Rock- Ola. Allí se vivieron numerosos rifirrafes entre los punkies y los miembros de La Movida: «Consideraba que eran unos niños pijos que interpretaban canciones sin contenido social ni de denuncia», comenta Peña. La rivalidad traspasó la música para llegar al papel. En 1982, Borja Casani fundó «La luna de Madrid» gracias a la cual se expandió el universo de La Movida a otras facetas artísticas como la fotografía, las artes plásticas, la moda y el diseño. Y, paralelamente, nacía el fanzine «Penetrazión», con una estética más rudimentaria y contenidos más reivindicativos.

Válvula de escape

La única que logró conciliar ambos movimientos fue, como destaca Peña, Paloma Chamorro a través de su programa «La edad de oro». «Les dio visibilidad, ya que aparecieron en él casi todos. Era muy heterodoxa y no excluía a nadie. Fue de las pocas que promocionó a los punkies en la televisión pública». ¿Y qué protagonismo tenían las mujeres? Muchas de ellas encontraron una válvula de escape en este movimiento. «Se convirtieron en una más de los grupos porque las trataban de igual a igual. Ahí está el ejemplo de Ángela Saura, la batería del O. X. Pow».

«Lo que hicimos fue secreto» es un documental de seis episodios –«Solo es punk si lo digo yo», «Las reglas del juego», «Rompe la norma», «El sonido de la ciudad», «Unidos» y «An Urge to Play»–, de unos veinte minutos de duración cada uno, en los que los usuarios también podrán acceder a «playlist» con los mejores temas de la época, entrevistas con Canino, solista de Sin Dios, «El Zurdo», Ana Curra, José Calvo, compositor y vocalista de Delincuencia sonora, y Nene, guitarrista y cantante de Superriffs, entre otros. También hay un mapa en el que se localiza los lugares en los que se reunían, así como fotografías y documentos inéditos cedidos por los protagonistas.