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«Me cambio de década»: el pasado siempre vuelve

Antena 3 emite hoy el episodio dedicado a la década de los 70.

Arturo Valls, el conductor del espacio, en un salón de una familia media española de los años 70, con su mueble bar
Arturo Valls, el conductor del espacio, en un salón de una familia media española de los años 70, con su mueble barlarazon

Antena 3 emite hoy el episodio dedicado a la década de los 70.

A los Vela Celena –la familia real que protagoniza «Me cambio de década»– no se le quita de la cara el gesto de estupor que ya pudimos ver en Marty McFly (Michael J. Fox) cuando por error una máquina del tiempo le traslada de los ochenta a 1955 en «Regreso al futuro» (1985). Ellos están viviendo una experiencia parecida en el programa de entretenimiento que emite hoy Antena 3 tras «El hormiguero 3.0». Después de instalarlos en los 60, vestiditos para la ocasión y viviendo en un decorado que recrea cómo eran los hogares de entonces, hoy les sitúan en los 70. Ya tienen televisión, pero, sobre todo, son los más jóvenes los que están viviendo esta experiencia como una catarsis. «Son nativos digitales y están viviendo sin internet, sin videojuegos, sin móviles, con solo dos canales de televisión... Lo bonito es que, cuando se acabó el rodaje, esperábamos que se entusiasmaran al recuperar toda la tecnología que estaba a su disposición. Sin embargo, nos dijeron que echaban de menos las semanas en que, a falta del Whast App y la tableta, hablaban más con sus padres y entre ellos», comenta Arturo Valls, el conductor del programa.

Un guiño a la nostalgia

El episodio dedicado a los 70 le provoca un pellizco de nostalgia a Arturo Valls, porque llega el papel pintado, ese mueble bar que nunca faltaba en los salones y en el que tenía un lugar de privilegio el peppermint, los picnic de los domingos, el comediscos y, sobre todo, los juguetes como el Cinexin. «Me emocioné cuando lo vi. Entonces, como mucho, teníamos dos juguetes o tres. No nos pasaba lo que ocurre ahora, que los niños tienen muchos y se cansan rápidamente de ellos», explica. También valora su encanto: «Para según qué cosas, cualquier tiempo pasado fue mejor, por ejemplo en el caso de los objetos cotidianos. Antes se fabricaban con más mimo, no son tan efímeros como ahora con la obsolescencia programada que prevé el fin de la vida útil de un producto. En esos tiempos nos duraban tanto...».

Valls confiesa que tiene debilidad por los artículos «vintage». De ahí que acuda a El Rastro de Madrid para comprar radios antiguas u otro tipo de piezas. «En el garaje de la casa familiar en Valencia guardo multitud de cosas de mi infancia. A veces me dicen que se van a desprender de ellas y les contesto: ‘‘¿Cómo váis a tirarlo si es oro puro?’’. No doy crédito». Tanto es así que ha restaurado para su hijo una bicicleta BH de los años 80.

El presentador de «¡Ahora caigo!» quiere subrayar que los momentos históricos que se vivían en aquellos años son tratados de forma escueta, «porque hay que comprender que es un programa de entretenimiento. No ocultamos lo que ocurrió, pero hemos preferido centrarnos en los temas sociales, por ejemplo el machismo que tenía sojuzgadas a las mujeres». Valls está contento con que la cadena le haya elegido para este espacio, «puesto que me permite cambiar de registro. Estoy bastante más comedido con un tono casi periodístico. Está muy bien, porque es la mejor manera de no acomodarme».