Sevilla

Andalucía bate su récord en 2014 con más de cien pollos de águila imperial

Este año se ha constatado el nacimiento en Andalucía de al menos 120 pollos de águila imperial ibérica y se ha batido la marca histórica de los que han volado fuera del nido, que han superado el centenar, según han destacado hoy fuentes de la Consejería andaluza de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio.

Además, se han censado 94 parejas reproductoras de este ave en peligro de extinción, lo que también supone un nuevo máximo histórico y representa un incremento del 3,3 por ciento con respecto a la anterior temporada de cría.

El águila imperial ibérica ha extendido este año su área de distribución en todos los territorios andaluces en los que está presente, salvo en recientes zonas de colonización de Cádiz, donde ha bajado, y en la Sierra de Huelva, donde no se ha mantenido la pareja instalada en ejercicios anteriores.

La población de esta rapaz de Sierra Morena ha crecido esta temporada de cría de 74 a 79 parejas; la de Doñana ha aumentado en una pareja, hasta sumar once, pero la de Cádiz ha quedado en dos parejas, frente a las cuatro de 2013, tras desaparecer dos parejas por causas que se investigan.

Estos datos confirman la recuperación de esta especie en Andalucía desde 1989, ya que mantienen un incremento interanual del 5,4 por ciento, según los datos de la Junta de Andalucía.

El último Boletín Geobio de la Junta de Andalucía, dedicado al programa de conservación del águila imperial, también destaca que estos datos se han logrado coincidiendo con el sobreseimiento judicial de la denominada “Operación Horus”, investigación de la Unidad Central Operativa Medioambiental de la Guardia Civil sobre una supuesta red de falsificación de documentos, expolios de nido y tráfico de ejemplares en la que se imputaron tres técnicos de la Junta de Andalucía.

Esta operación, que incluyó el registro de domicilios de 16 personas y de dependencias de la administración andaluza para la que trabajaban tres de los detenidos se ha saldado con el archivo de la causa, apoyado por el Ministerio Fiscal.

“Solo cabe lamentar el tiempo y esfuerzo perdidos y lo más importante, el daño ocasionado a los técnicos y a sus familias. Fotografías y nombre en los medios de comunicación, acusaciones de favorecerse de subvenciones o de traficantes de rapaces, etc”, destaca el último Boletín Geobio.