Vacaciones
La fascinante Costa Brava
Cuando el 12 de septiembre de 1908, el periodista Ferrán Agulló, publicó por primera vez en las páginas de la Veu de Catalunya, la denominación “Costa Brava”, poco podía imaginar que aquella expresión periodística, con la que pretendía describir el paisaje agreste y escarpado que caracteriza gran parte de esta zona costera, se convertiría en una de las marcas de mayor prestigio del Mediterráneo.
Un destino de viaje para todo el año
¿Quién no ha soñado alguna vez con recorrer los antiguos senderos utilizados por pescadores, vigías y vecinos que fueron enhebrándose por todo el litoral catalán, subir sus escaleras, salvar los desniveles, asomarse a sus miradores, para descubrir paisajes inigualables? El Camí de Ronda, conocida ruta del litoral gerundense y uno de los tesoros de la Costa Brava, brinda esta posibilidad durante todo el año. En verano, el trayecto tienta al caminante a sumergirse en las aguas cristalinas por su azul intenso, en otoño, ofrece la visión inolvidable del color ocre de sus acantilados, en invierno, muestra la imagen más salvaje e indómita de su entorno..., y en primavera deleita con una luz especial e inigualable.
El Camí de Ronda
El Camí de Ronda ofrece dos itinerarios principales: el lineal, que comienza en la población de Sant Feliz de Guíxols y finaliza en el pueblo de Begur, y el circular, que se inicia y termina en la ciudad de Girona.
Ambas son propuestas para los amantes de la naturaleza en estado puro, del hedonismo que habita en el Meditarráneo, y de sí mismos, porque a lo largo de todo el camino se estarán haciendo el mejor de los regalos.
Los senderos marcados permiten caminar por donde lo hacía el Real Cuerpo de Carabineros de Costas y Fronteras de España, ya que se construyó para que defender las costas catalanas del contrabando.
“Guía de la Costa Brava”
Para que esta experiencia enriquezca al máximo los sentidos es muy recomendable llevar en la mochila algunas de las obras que escribió Josep Plá sobre este auténtico paraíso, aunque el libro imprescindible sería su Guía de la Costa Brava publicada allá por 1955. Cada una de sus páginas enseña a admirar y a amar este auténtico paraíso. Como acertadamente describe: “En toda esta parte de la costa, la naturaleza parece complacerse en ofrecer sus más auténticas e inolvidables combinaciones de tierra y mar, de bravura y delicadeza, de geología y de sensibilidad”.
El Camino lineal se caracteriza por la magia del Mediterráneo y el circular por sus contrastes.
Si se elige el camino lineal –43 kilómetros–, el Mediterráneo será compañero inseparable a lo largo de todo el trayecto. El primer día se puede partir de la playa de Sant Feliu de Guíxols, para seguir por Sant Pol de S'Agaró, donde aún se recuerdan las imágenes de las bellísimas Elizabeth Taylor y su mítico traje de baño blanco, o de Ava Gadner, y es que estamos en el kilómetro 0 del glamour de la España de los sesenta, cuando visitaban localidades como Begur o Llafranc personalidades del mundo de la cultura y de otros relacionados con la y la farándula.
Por otro lado, el camino circular –140 kilómetros–, deleita con contrastes inolvidables entre el mar y la montaña, a la vez que descubre pueblos medievales, calas paradisiacas y el cautivador encanto de Girona.
La imbatible e indiscutible belleza paisajística de ambos itinerarios consigue que aquel que los "camina"no regrese a su vida cotidiana siendo la misma persona. Quien los recorre lo entiende al finalizarlos. Como indica una de las canciones más universales de Joan Manuel Serrat, Mediterráneo, inspirada en la Costa Brava: “Llevo tu luz y tu olor por donde quiera que vaya”.
Agradecimientos a Costa Brava Pirineu de Girona y a Catalunya Turismo.
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