Vino
Un gran clásico de Rioja
Viña Ardanza cumplió 75 años el pasado 28 de septiembre de 2017. Entra en una magnífica edad de oro en un momento perfecto, justo cuando más se valoran los grandes clásicos riojanos
Viña Ardanza cumplió 75 años el pasado 28 de septiembre de 2017. Entra en una magnífica edad de oro en un momento perfecto, justo cuando más se valoran los grandes clásicos riojanos.
Sus orígenes son parte de la historia viva de Rioja. Viña Ardanza toma su nombre de uno de los apellidos de las cinco familias riojanas y vascas que en 1890 fundaron la bodega La Rioja Alta, S.A. en el Barrio de la Estación de Haro. La plaga de la filoxera, que impulsó a finales del siglo XIX el nacimiento de muchas de las bodegas de este célebre Barrio y la llegada a la localidad de Haro de enólogos franceses, supuso que estas nuevas casas elaboraran sus vinos durante sus primeras décadas con un estilo muy francés debido a la importante influencia bordelesa.
Así, era habitual que en las etiquetas de los vinos aparecieran referencias al estilo de su elaboración: «Estilo Medoc», «Estilo Sauternes» o, como en el caso de los primeros Viña Ardanza, «Estilo Borgoña». Ése era el patrón enológico bajo el que se elaboraba este vino, de ahí precisamente el uso de la botella borgoñona que hoy persiste. Así se gestó el Viña Ardanza, el vino que más fama ha dado a La Rioja Alta, S.A. Un vino que el transcurrir de los años ha transformado en emblemático, y que, por sus características intrínsecas, su originalidad y personalidad, siempre ha sido el gran referente de esta bodega.
Recuerdo emocional
Si el valor de un gran vino se puede medir por la capacidad que tienen de suscitar emociones y permanecer en el recuerdo de quienes lo prueban, Viña Ardanza cumple esta premisa con creces. Los aficionados a este vino son muchos y son también muy fieles, posiblemente por esa Garnacha de viejas viñas procedentes, desde esta cosecha 2008, de la finca La Pedriza de Tudelilla en Rioja Baja. Una Garnacha que le aporta expresividad y un fondo frutal muy vivo. Se trata, pues, de un vino que con el paso del tiempo adquiere una elegancia innata y evoluciona muy positivamente para entregar una belleza serena. Premiado y apreciado por la crítica en todo el mundo, en su mítica añada 2005 fue incluido por la prestigiosa revista «Wine Spectator» entre los 100 mejores vinos del mundo.
Inversión en I+D+i
Los vinos de La Rioja Alta S.A. representan el mejor hacer del estilo riojano más clásico, adaptándose a los nuevos tiempos con una gran capacidad de innovación, como demuestran las últimas inversiones en I+D+i llevadas a cabo por la bodega con motivo de su 125 aniversario.
El Grupo La Rioja Alta, S.A. tiene su origen en la bodega del mismo nombre fundada en 1890 en el Barrio de la Estación de Haro (La Rioja) y es uno de los grandes productores de vinos de calidad de nuestro país, con viñedos y bodegas propias en tres de las grandes regiones vinícolas de España.
Con bodegas en el municipio de Haro (La Rioja) y Labastida (Álava), elabora vinos clásicos de Rioja Alta: Gran Reserva 890, Gran Reserva 904, Viña Ardanza, Viña Arana y Viña Alberdi. En la bodega Torre de Oña, ubicada en Páganos-Laguardia (Álava), elabora los vinos Martelo, Torre de Oña y Finca San Martín (Rioja Alavesa), en Lagar de Cervera, en O Rosal (Pontevedra) los vinos Lagar de Cervera y Pazo de Seoane Rosal (D.O. Rías Baixas) y en Viñedos y Bodegas Áster, situada en Anguix (Burgos), los vinos de la D.O. Ribera del Duero Áster Finca El Otero y Áster Crianza.
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