Ciudadanos

Casos aislados

Te escribo agarrándome a la carta abierta y luminosa de James Rhodes, pianista y escritor afincado en Madrid. Algunos le llaman ñoño, yo le hago hoy una reverencia agradecida. «A lo mejor no me creéis, pero no os miento si os digo que en España todo es mejor», ha escrito de corazón el susodicho. Yo le creo, y más cuando observo a los vecinos italianos y a su nuevo primer ministro, cuyo currículum falsificado tendría que haber frenado, teóricamente, su llegada al poder. ¡Todo lo contrario! Quien no se consuela es porque no quiere. En España no toleramos un posgrado fantasma pero ojo, nos gobiernan partidos políticos acostumbrados a cargar, en sus respectivas mochilas, asuntos variados de corrupción con deportividad e incomprensible lejanía. Ahora mismo, el PP lleva a cuestas un buen puñado de «casos aislados», además de Gürtel. Que nadie olvide tampoco la huella negra de anteriores gobiernos socialistas y, sobre todo ahora, la trama de los ERE falsos que se está juzgando en Andalucía. Tenemos a expresidentes autonómicos en prisión y en el banquillo, en Sevilla. ¿Quién da más? El PSOE de Sánchez ha escuchado la sentencia de la Gürtel y ha convocado una reunión «de urgencia» para el día siguiente, pensando en presentar una moción de censura (menos mal que la cita era urgente, me digo).

Entretanto, Ciudadanos se frota las manos pensando en conquistar la Moncloa, haciendo castillos en el aire, evaluando cómo enfrentarse a su socio PP sin romper España. Algunos de los votantes naranjas no comulgan con el himno cantado que escogió Rivera y tampoco entienden que su líder haya firmado, junto al PNV, unos presupuestos que, por cierto, alargan la vida del presidente Rajoy. En la casa de Podemos –nunca mejor dicho– tienen ya bastante estos días con digerir y rumiar la incoherencia vital de sus dirigentes y tener que pasar por el trance de votar la continuidad de la pareja por su chalet de 660.000 euros.

En resumen: ¿qué hacemos con todo esto? Hoy llueve, y necesito más cartas abiertas de James Rodhes. Imposible resetear esta máquina, tenemos lo que nos merecemos. Habrá que recurrir a la inteligencia artificial, cambiar políticos por robots que no sepan siquiera el significado de la palabra estafa. Hoy no me busques, que me encuentras.