¿Cómo se deben de financiar los partidos?

Por Luis Lorente

Es difícil negar que la actual crisis económica ha generado una crisis social que ha derivado a su vez, en una crisis política que ha llevado al cuestionamiento del sistema político, y muy especialmente a los partidos políticos como actores encargados de representar las distintas sensibilidades de la sociedad y como medio para lograr el poder y aplicar la voluntad de los electores, en el reparto de poder que éstos hayan decidido libremente en las urnas. Son dos aspectos fundamentalmente lo que está a debate sobre los partidos: su democracia interna y su modelo de financiación. Hoy hablaré brevemente de lo segundo.

Si hubiera que distinguir modelos de financiación podrían resumirse en dos:

Por un lado, el modelo de EEUU: es un modelo en donde los partidos políticos y sus candidatos reciben financiación privada para sufragar los costes de su campaña y no existe como tal una financiación pública. Aunque este modelo responde a partidos poco estructurados y organizados como tales, y más enfocados a estructuras de campaña, y habría que matizar el concepto de las “super PAC”, political action committee. Pero podría resumirse en que la financiación es fundamentalmente privada.

Por otro lado tenemos el modelo europeo, en donde los partidos reciben una financiación pública en función de sus resultados electorales (nº votos y de escaños), y se limita la financiación privada.

Para los defensores del primer modelo, la financiación pública “obliga” al ciudadano a tener que financiar a través de sus impuestos a organizaciones políticas con las que no simpatiza, creando ahí una situación de imposición del estado al individuo. Pero, para los defensores del modelo europeo, la financiación pública garantiza la independencia de los partidos y de los cargos electos frente a los lobbies y a los distintos grupos de presión que a su juicio la financiación privada genera. Poco a poco, en España se va avanzando hacia el segundo modelo, fundamentalmente por dos razones: una de “actualidad”, y otra “constitucional”. En lo referente a la actualidad, se debe a los casos de corrupción que han afectado a diversas organizaciones políticas, que han generado diversas acusaciones e imputaciones de presunta financiación irregular de los partidos por parte de empresarios para favorecer, supuestamente, a sus empresas en los procesos de adjudicación de obras públicas.

El argumento “constitucional” es que el art. 6 de nuestra Carta Magna establece que los partidos políticos expresan el pluralismo político, concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación política. Si los partidos políticos expresan la pluralidad, forman la voluntad popular, y además son el instrumento fundamental para participar en política, el estado debe de asegurar su sostenimiento.

En cualquier caso, lo que yo si creo es que si a uno le financia la asociación x, cuando vote algo relacionado con x en el parlamento, tendrá que votar lo que le diga x, porque le deberá a x que le ha pagado su campaña. ¿Tú que piensas lector?