Doctrina Parot

Dos de los ocho violadores liberados hace un año ya han reincidido

Vidal Anido, el «violador del estilete» fue excarcelado en diciembre de la cárcel de Villabona (Asturias) donde cumplía una pena de 70 años de prisión por varias violaciones
Vidal Anido, el «violador del estilete» fue excarcelado en diciembre de la cárcel de Villabona (Asturias) donde cumplía una pena de 70 años de prisión por varias violacioneslarazon

Otros muchos quedaron libres tras derogarse la «doctrina Parot». Especialmente inquietante resulta la libertad de la que goza Pedro Luis Gallego Fernández, el «violador del ascensor», que salió de Alcalá Meco el 13 de noviembre de 2013, donde cumplía 273 años de cárcel.

Un año exacto después de la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) que supuso la derogación de facto de la «doctrina Parot», dos de los violadores excarcelados ya han reincidido y se encuentran actualmente de nuevo en prisión. La realidad ha tardado apenas un puñado de meses en dar la razón a las numerosas asociaciones de mujeres y expertos en psiquiatría que alertaron, cuando se empezaron a producir las excarcelaciones de este tipo de presos, de que los violadores no se reinsertan y de que es sólo cuestión de tiempo que vuelvan a delinquir. A veces de muy poco tiempo.

Fueron apenas cuatro meses los que ha tardado en reincidir Félix Vidal Anido, conocido por su siniestro alias «el violador del estilete». Vidal Anido fue excarcelado en diciembre de la cárcel de Villabona (Asturias) donde cumplía una pena de 70 años de prisión por varias violaciones, dos de ellas de extrema violencia cometidas en Lugo en 1987. El 4 de abril, en la calle Erín de esa misma capital de provincia, el «violador del estilete» intentó entrar en la vivienda de una mujer amenazandola con un objeto que sostenía contra su sien. Los gritos de la víctima alertaron a su hijo, que afortunadamente se encontraba en casa y pudo salir en auxilio de su madre. El pasado 3 de octubre fue condenado a 21 meses de prisión por un delito de coacciones sin la concurrencia de circunstancias modificativas de responsabilidad criminal. La sentencia estipulo que García Anido no podrá acercarse a la mujer, a su domicilio o a su trabajo durante un periodo de 5 años.

Una semana después, el 10 de octubre, saltaba la noticia de que otro violador excarcelado tras la derogación de la «doctrina Parot), el llamado «violador del portal», Pablo García Ribado, había sido detenido por la Guardia Civil en Trijueque (Guadalajara) como presunto autor de varios delitos de abusos sexuales. No había pasado por tanto ni un año desde que fue puesto en libertad en noviembre de 2013. García Ribado, bajo una identidad falsa, se hacía pasar por fisioterapeuta en varias localidades de Guadalajara y utilizaba este subterfugio para abusar de sus clientes. El «violador del portal» salío de la cárcel de Herrera de la Mancha donde cumplía prisión desde 1996 por 74 violaciones, seis agresiones sexuales y diez delitos de robo. En total cumplió 17 de los 1.721 años a los que fue sentenciado.

En libertad permanecen aún Juan Manuel Valentín Tejero, el asesino de la niña Olga Sangrador (con el agravante de que lo hizo mientras disfrutaba de un permiso penitenciario), Pedro Antonio Seco Martínez, conocido como «El Seco», condenado a 90 años por tres asesinatos cometidos en Albacete y Miquel Ricart, condenado por la violación y asesinato de las niñas de Alcàsser. Especialmente inquietante resulta la libertad de la que goza Pedro Luis Gallego Fernández, el «violador del ascensor», que salió de Alcalá Meco el 13 de noviembre de 2013, donde cumplía 273 años de cárcel por los asesinatos de Leticia Lebrato, de 17 años, en Valladolid, y de Marta Obregón, de 19 años, en Burgos, además de otros dieciocho delitos de agresión sexual. La puesta en libertad del «loco del chándal», Manuel González González, provocó también la indignación en la localidad Almadén de la Plata (Sevilla) donde permanecía preso tras ser condenado a 169 años por agredir y atacar a 16 mujeres, una de las cuales murió desangrada. Menos preocupante resulta la excarcelación de Antonio García Carbonell, de 80 años de edad, condenado a más de 200 por numerosos asaltos a mujeres, por su avanzada edad y estado de salud.