Entrevista

Marky Ramone: «Por culpa del alcohol pasé de grabar con Phil Spector a trabajar en la obra a las 6 de la mañana»

El icónico batería de los Ramones, único superviviente de la formación clásica del grupo, gira por España y hace memoria de lo que supuso el nacimiento del punk

El batería de los Ramones, Marky Ramone
El batería de los Ramones, Marky RamoneLa Razón

Aunque no es uno de los miembros originales de los Ramones, Mark Bell, Marky Ramone, es el último superviviente de la formación «clásica» del grupo, que se estableció a finales de los años 70. Nacido en una familia de clase trabajadora de Brooklyn, formó una banda de «heavy metal» y luego fue parte de la proto-punk Richard Hell & The Voidoids. Tras unirse a los Ramones era protagonista de los años de gloria del grupo, incluido «Rock’n Roll High School», «Road to Ruin» y «End Of The Century». En 1983 fue invitado a salir del grupo debido a sus problemas de alcoholismo, que, entre otros problemas, como la mala relación personal de Joey y Johnny, dieron paso a la decadencia de la banda. Desde hace años, con su salud recuperada, mantiene una banda de tributo al punk rock y que estos días gira por España: La Coruña (29 de abril), Vigo (30), Contrast de Ibiza (4 de mayo), Madrid (7), Tenerife (9) y Las Palmas (10).

Es un pionero del punk, con Richard Hell y The Voidoids antes incluso de los Ramones. ¿Cuáles son sus recuerdos de los primeros días?

Fueron realmente increíbles en el sentido musical. Nueva York y el East Village estaban en ruinas debido a la crisis económica, pero tuvimos la suerte de tener un lugar como el de CBGB para poder actuar una y otra vez. Ojalá las salas de hoy en día tuvieran la misma empatía que Hilly Kristal (dueño del club) tenía con todos nosotros. Lo hicimos, el punk, entre todos: Television, Blondie, Talking Heads... Cada uno aportó algo. Para mí, «Blank Generation» (Richard Hell & The Voidoids) es uno de los álbumes más importantes para entender lo que estaba pasando en esa época. No sólo en cuanto a la música, también en la imagen: echa un vistazo a Richard y entenderás que todos en el Reino Unido copiaron su estilo.

¿Y cuál fue el impulso para hacer música?

Ver a los Beatles en la televisión. Quedé tan impresionado, y, principalmente, con Ringo. Fue como algo que nunca antes había visto. En ese momento supe que quería ser músico. También todos los de la British Invasion, The Who, Stones, The Dave Clark Five… Empecé a tocar la batería y algunos años después monté mi primera banda profesional, Dust. Éramos un trío, más estilo «heavy metal», alrededor de 1973. Éramos tan jóvenes que para poder tocar teníamos que ir con nuestros padres para que lo permitieran.

¿Era consciente de estar inventando un género que inspiró a tanta gente y que cambió mentalidades?

No, nosotros solo tocábamos. Sabíamos que lo nuestro era algo especial, diferente, pero nunca nos obsesionamos con ello: nuestro objetivo era hacer canciones y grabar buenos discos. Obviamente, nadie tocaba como Johnny Ramone con esos golpes descendentes en la guitarra, o la batería con esa velocidad con el charles… Dee Dee con sus letras… Pero hacia dentro solo pensábamos en seguir tocando y tocando, y, solo al final, vimos que teníamos algo tan grande. Miro hacia atrás y veo que somos influencia para otras grandes bandas como Pearl Jam, Green Day, Offsrping e incluso U2, así que puedes decirte: «Lo hicimos bien».

¿Qué diría que provocó que esa escena fuese tan especial?

Es difícil de decir... Ser originales, diferentes. Hacer que la gente pudiera reflejarse en nosotros. Éramos chicos normales y corrientes de Nueva York, sin comportamiento ni actitudes de estrellas de rock, sin maquillaje, sin efectos especiales en el escenario. Oyendo nuestras canciones cualquiera podría decir: «Yo también me siento así». Todos podían captar el mensaje, no era necesario estar en la universidad para entender nuestra música e imagen. Diría que la gente vio en nosotros gente honesta.

¿Cómo llegó a los Ramones?

Tommy estaba a punto de dejar la banda. Ya los conocía a todos, porque solían venir a vernos con Richard, incluso en los tiempos de Dust. Obviamente, yo también iba a ver a los Ramones en el CBGB. Era como una gran familia, nos conocíamos todos. Era amigo de DeeDee, Johnny Thunders, ya sabes... así que Tommy quería dejar la banda, Dee Dee me lo dijo, y John me pidió que me uniera. Ni siquiera hice una prueba. Recuerdo que la primera canción que toqué en el estudio con ellos fue «I Wanna Be Sedated».

¿Cuál fue su aporte al sonido de la banda, dado su bagaje musical?

Buena pregunta... Yo era músico profesional mucho antes de los Ramones, incluso toqué con un «bluesman». Primero tuve que copiar el estilo de Tommy, lo cual no es tan fácil de hacer, pero luego intenté mejorar poniendo mis propias cosas. Creo que mi aportación se aprecia en cuanto a la dinámica de las canciones, lo que hacía que la banda sonara más unida.

Hay montones de libros sobre los Ramones. ¿Cuál es el mayor malentendido sobre la banda en su opinión?

Ya sabes, lo típico de que estábamos todo el día peleando, discutiendo... No es cierto. Hubo toneladas de diversión. Girar por todo el mundo, conocer gente, hacer lo que te gusta... Necesitas algo de disciplina, pero también es importante perderte a veces, y eso es lo que hicimos. Dee Dee era mi mejor amigo en el grupo, y estar cerca de él fue un disparate. Cuando pienso en todo lo que pasamos, sigo sonriendo. Por esa razón decidí publicar «RAW» (un documental con vídeo doméstico), porque quería que la gente tuviera el punto de vista real de cómo era un día en la vida de los Ramones. Diversión, risas, los fans… Todo está grabado con mi propia cámara, tengo cientos de cintas de alta fidelidad de aquellos días. Estuve en el camerino, en el escenario, en la furgoneta, en los aviones... Lo que ves es lo que era. Como en cualquier otro trabajo hay algunos picos de estrés, pero no diferentes a cualquier otra cosa en la vida.

En la banda, las relaciones personales eran problemáticas. ¿Tuvo que elegir bando? ¿Cómo afrontó la situación?

No, nunca elegí bando, me llevaba bien con todos, principalmente, con Dee Dee. Tienes que lidiar con eso: si John y Joey no querían hablar, era asunto suyo, ¿quién soy yo para decirle a la gente qué hacer en la vida?

Leí su autobiografía, en la que habla de su lucha contra el alcoholismo. ¿Cómo lo superó?

No fue fácil, ¿sabes? Lo tenía todo y debido a mi problema con el alcohol estuve a punto de perderlo. Tuve un accidente con mi coche y supe que tenía un problema y que necesitaba ayuda. Bueno, y el juez también lo pensó así (ríe). Lo intenté una vez, no funcionó, y el médico me dijo: «Debes aprender cómo es la vida». Conseguí trabajo en la construcción y, todos los días, desde las 6 de la mañana, ahí estaba yo, rompiendo paredes. Pasé de estar en el estudio con Phil Spector a trabajar en la construcción. No me malinterpretes: cualquier trabajo y trabajador merecen mi respeto. También fui mensajero con una bicicleta: tenía que hacer cosas, sentirme ocupado, hacer ejercicio y cansarme mucho. Sabía que era mi última oportunidad, así que lo puse todo y trabajé. También lo logré gracias al apoyo de mi esposa. Es difícil no solamente para ti, sino también para las personas que te rodean y que te aman.

Es el último miembro de la banda. ¿Siente la responsabilidad de continuar con el legado de Ramones?

Las canciones son demasiado buenas para tocarlas. Intento sonar como un «show» en vivo de los Ramones. Queremos que las personas que no pudieron vernos tocar en directo puedan hacerse una idea de cómo fue. No deseo sonar típico, pero hay una nueva generación de fans que viene a nuestros espectáculos y que, como por su edad no pudieron ver a los Ramones, se pueden ahora hacer una idea.

El punk fue breve aunque ha durado mucho. ¿Cuál es su legado?

Sé honesto con la gente y en lo que vas a hacer, sigue tu camino, olvida lo que la gente dice de ti. Si crees que es correcto, hazlo.

¿Cuál es su propósito con la música hoy en día?

Tocar en directo. Divertirme. Ya lo hice todo, sólo quiero divertirme y seguir haciendo esto hasta que mi cuerpo me diga que pare.