La Generalitat de Cataluña gasta 7,5 millones en promocionar el árabe en las escuelas pero ni un céntimo para el castellano

Hace un año, la consellera de Acción Exterior de la Generalitat, Meritxell Serret, anunció un acuerdo entre Cataluña y la Liga Árabe en el ámbito educativo para promocionar el árabe «entre las nuevas generaciones».Esto se ha traducido en unas ayudas de 7,5 millones para el aprendizaje y promoción de este idioma, y ni un euro para el castellano.

«A través de este pacto uniremos esfuerzos para que las nuevas generaciones sean conscientes de la importancia de aprender las lenguas de sus países», afirmó Serret en su momento, después de intervenir en las jornadas de la Organización Educativa, Cultural y Científica de la Liga Árabe (ALECSO), organización de la Liga Árabe con quien el Govern trabaja desde hace meses para cerrar un acuerdo que facilite la asociación entre los centros educativos de Cataluña y los del mundo árabe.

Este acuerdo volvió a ser noticia tras la propuesta que presentó Vox a la Comisión de Exteriores del Parlament de Cataluña. En ella, el diputado Alberto Tarradas pidió la suspensión de este pacto, que consideran "una absoluta insensatez" porque representa "colaborar en materia educativa y cultural" con países "autoritarios, que basan su sistema legal en la sharía o la ley islámica, donde las mujeres son tratadas como mercancía, los homosexuales son perseguidos y las niñas son obligadas a casarse por la fuerza con hombres mayores".

En el debate sobre la propuesta presentada por Vox, ni PSC, ni los Comuns, ni la CUP quisieron intervenir. Sí que lo hicieron Junts per Catalunya y ERC. Los juntaires reprocharon el "talante xenófobo de Vox" y defendieron que "tiene todo el sentido del mundo" llegar a acuerdos con la Liga Árabe por su "importancia geopolítica". Añadieron, también, que siguiendo el mismo criterio, "tampoco deberíamos tener relaciones con países como Turquía, China o incluso algunos europeos". Esquerra, por su parte, acusó a Vox de "utilizar mentiras y argumentos racistas y xenófobos" para "romper la cohesión social en Cataluña".