Conflictos laborales

Colau ya tiene la duodécima

Barcelona acumula hoy otra huelga en el Metro. La alcaldesa confía en un nuevo equipo para negociar el convenio que hace año y medio discuten los trabajadores y TMB

Ada Colau envía al gerente Jordi Martí al frente negociador y mantiene a la presidenta de TMB, Mercedes Vidal, pese a que fue reprobada por la oposición en el pleno del viernes
Ada Colau envía al gerente Jordi Martí al frente negociador y mantiene a la presidenta de TMB, Mercedes Vidal, pese a que fue reprobada por la oposición en el pleno del vierneslarazon

Barcelona acumula hoy otra huelga en el Metro. La alcaldesa confía en un nuevo equipo para negociar el convenio que hace año y medio discuten los trabajadores y TMB.

Los aficionados del Real Madrid siempre recordarán 2017 como el año de la duodécima copa de Europa de su historia. También Ada Colau recordará 2017. En su caso, por un hito distinto pero con el mismo guarismo: la acumulación de doce lunes de huelga en el Metro. El conflicto viene de lejos. Hace más de año y medio que la vigencia del anterior convenio finalizó y desde entonces TMB, que depende del Ayuntamiento, y los sindicatos, encabezados por CGT, andan a la greña.

Colau ya salió escaldada de este tira y afloja con los sindicatos durante la huelga del Mobile World Congress de 2016. Pero ahora se ha tenido que volver a meter en el barrizal después de que la concejal de Movilidad y presidenta de TMB, Mercedes Vidal, no haya logrado desencallar la negociación. El miércoles pasado, la alcaldesa de Barcelona movió ficha. Introdujo cambios en el equipo negociador de TMB. Ha implicado al gerente del Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Martí, y al coordinador de Servicios del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), Eduard Taurina.

Estos cambios al frente de la negociación fueron interpretados por la oposición como un gesto de desautorización hacia Vidal. Sin embargo, Colau rechazó cesarla el pasado viernes cuando la oposición en bloque pidió su dimisión.

La alcaldesa es crítica con los sindicatos. En más de una ocasión ha lamentado que «cada vez que estamos a punto de cerrar un acuerdo, el comité de empresa pone algo nuevo sobre la mesa» y en su defensa alega que «las reivindicaciones deben hacerse dentro de unos límites legales, ya sean salariales como laborales». Los sindicatos rechazan la externalización del servicio de mantenimiento de vías y catenarias y los contratos precarios en puestos temporales. TMB, por su parte, ha puesto sobre la mesa internalizar a personal temporal, aumentos salariales de hasta un 7 % o mejoras laborales que faciliten la conciliación laboral y familiar. Pero hasta la fecha no ha habido manera de que se pongan de acuerdo y eso que ha intervenido la Generalitat como mediadora y la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB) les ha emplazado a entenderse. Los trabajadores han anunciado parones todos los lunes laborales, el Onze de Setembre y durante las fiestas de la Mercè para presionar a la empresa. Pero con el nuevo equipo negociador ambas partes confían tener un nuevo convenio antes de septiembre.

La jornada de huelga

La jornada de huelga de hoy será como la de otros lunes. Entre las 7.00 y las 9.00 horas, y entre las 16.00 y las 18.00 horas, habrá servicios mínimos del 40 por ciento. De las 20.30 a las 22.30, los servicios serán del 20 por ciento. Para redoblar la presión sobre Colau y los suyos, aprovechando que es temporada turística, el paro por la tarde puede afectar también al teleférico de Montjuïc y al Tranvía Blau, servicios que gestiona el personal del Metro.

TMB vuelve a hacer el llamamiento de cada semana, recomienda a los viajeros a utilizar medios alternativos. El pasado lunes, en la estación de La Sagrera hubo sarao, pese a que el pasaje los días de huelga baja un 26 por ciento.

Pero pese a que los trabajadores de TMB están en pie de guerra y a los ciudadanos les cuesta entender que no haya un acuerdo un año y medio después de haber arrancado las negociaciones, el Metro, más allá de perder pasaje, lo ha ganado. La red del suburbano ha registrado un aumento de pasajeros de un 5,8 por ciento desde que empezó el año. En números redondos ha ganado 11,12 millones de viajeros. Algo menos que el autobús, que ha captado 16,14 millones de nuevos viajeros, lo que representa un incremento del 5,5 por ciento respecto a hace un año.

Entre enero y junio, el transporte público metropolitano ha alcanzado los 353,69 millones de viajero, un 5,5 por ciento más que en el mismo periodo de 2016 y un nuevo récord en la serie histórica de viajeros.