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El número de manteros se duplica en un año y asciende a 800

Colau reconoce su fracaso y presenta un nuevo plan con más intervención policial

Aspecto que presenta el Port Vell tal día como ayer
Aspecto que presenta el Port Vell tal día como ayerlarazon

Colau reconoce su fracaso y presenta un nuevo plan con más intervención policial.

El Ayuntamiento de Barcelona no ha tenido más remedio que reconocer algo que para el resto de ciudadanos era una obviedad. La política del buenismo practicada por el gobierno municipal respecto al «top manta», lejos de resolver el conflicto, ha propiciado que el número de manteros se duplique en menos de un año. Basta con darse una vuelta por el Port Vell para darse cuenta que el paseo marítimo se ha convertido en una suerte de zoco improvisado. Ante esta situación, el primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, reconoció que el Ayuntamiento «podría haber hecho más y mejor» en la lucha contra el «top manta». Por ello, el Ayuntamiento presentó ayer un nuevo plan para hacerle frente, que incluye un incremento de la presencia policial y una oferta de 40 planes de ocupación. No obstante, el Ayuntamiento calcula que en la ciudad operan entre 500 y 800 manteros.

El Ayuntamiento de Barcelona, por lo tanto, intensificará la actuación policial en los espacios con más presencia de manteros, así como también sobre los compradores, en el marco del plan de acción para evitar la venta ambulante no autorizada. «Queremos lanzar el mensaje claro de que el ayuntamiento no permitirá la venta ambulante no autorizada en el espacio publico», subrayó Pisarello.

Dentro del paquete de medidas también incluye una campaña para concienciar a los compradores del «top manta», y se incrementarán las multas. Paralelamente, Pisarello dio a conocer un nuevo plan de empleo para regularizar la situación de 40 manteros. Se crearán diez puestos para dinamización de espacios comunitarios; quince para rehabilitación de escuelas; y quince puestos más para limpieza y rehabilitación de otros equipamientos públicos. El primer teniente de alcalde reconoció que «se podría haber hecho más y mejor», pero que no se puede pedir una solución «rápida» y «mágica» al problema.

A propósito del zoco en el paseo Joan de Borbó, el comisionado de Seguridad, Amadeu Recasens, aseguró que «no hay ningún espacio ni área de tolerancia.

Tras meses de críticas a las políticas de la alcaldesa, Ada Colau, respecto al «top manta», la oposición volvió ayer a la carga tras el tímido «mea culpa» del gobierno municipal. El presidente del grupo del PP, Alberto Fernández, declaró que «este plan de Colau llega tarde y es insuficiente» y reiteró su convicción de que, con el gobierno de Barcelona en Comú, «plan presentado, proyecto fracasado». «Ada Colau es la responsable de que Barcelona se haya convertido en un zoco», aseguró el popular. En declaraciones a los medios, el concejal de CiU Raimond Blasi consideró que el plan es una prueba de la «incapacidad» del Ayuntamiento, que «no se ha tomado como prioridad acabar con el fenómeno del la venta ambulante ilegal» y ahora, en su opinión, está «desbordado». «Se ha perdido un año», añadió Blasi.