Cataluña

La CUP exige a Puigdemont concretar el referéndum tras el portazo de Rajoy

La ANC amenaza con usar el derecho a la manifestación «de forma intensa» si el Estado trata de impedir la votación soberanista. La Asamblea asegura que no habrá una repetición del 9-N

Puigdemont y De Guindos, ayer en Sitges, durante la XXIII Reunión del Círculo de Economía
Puigdemont y De Guindos, ayer en Sitges, durante la XXIII Reunión del Círculo de Economíalarazon

La ANC amenaza con usar el derecho a la manifestación «de forma intensa» si el Estado trata de impedir la votación soberanista. La Asamblea asegura que no habrá una repetición del 9-N.

Son tiempos de correos electrónicos, de mensajes en «Whatsapp» y de menciones en «Twitter» . Pero las cartas tradicionales sobreviven, particularmente en el mundo de la política. Carles Puigdemont envió una a Mariano Rajoy el pasado miércoles urgiéndole negociar las condiciones de un referéndum de autodeterminación de Cataluña; el presidente del Gobierno le respondió ayer, también por escrito, que no piensa liquidar la soberanía nacional con una votación de estas características; y la CUP se sumó a la fiebre epistolar con una misiva dirigida al titular de la Generalitat pidiéndole concretar de una vez por todas el referéndum.

«Queremos conocer la fecha y la pregunta ya, president», exigieron los diputados de la CUP, que no concedían ningún recorrido al diálogo entre Rajoy y Puigdemont. «No hay orden constitucional que prevalezca desde la imposición de aquellos que transmutaron la dictadura en democracia “low cost” y mantuvieron todos y cada uno de los privilegios sociales y económicos usurpados en 40 años de silencio forzado», argumentaron los parlamentarios de la CUP.

Sin tutelas

Y siguieron: «Ningún derecho nos ha sido regalado y, por tanto, nos hará falta autotutelarnos esta vez para conseguir ejercer el derecho a la autodeterminación. Por eso tenemos claro que, una vez más, con la movilización de todo el mundo, permamente, persistente y desobediente cuando sea necesario, defenderemos el referéndum y haremos que tenga todas las garantías adecuados para sentirnos reflejados como pueblo en sus resultados».

Pero la presión de la CUP no surgió ningún efecto sobre Puigdemont, a quien ayer le tocaba lidiar con el empresariado catalán y, por tanto, mostrar su faceta más conciliadora y responsable. El presidente de la Generalitat evitó en todo momento deslizar la amenaza de planes unilaterales y siguió abogando por el diálogo con el Gobierno.

Horas antes, el presidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sánchez, advirtió al Estado que deberá usar «toda su capacidad coercitiva» para evitar la celebración de un referéndum sobre la independencia.

Sánchez intervino en un desayuno organizado por el Nueva Economía Fórum de Barcelona y aprovechó para desvincular el proceso actual del 9N. Avisó, en este sentido, de que «las entidades no colaborarán» en su organización ya que es el Govern quien tiene la responsabilidad de «comprar las urnas y abrir los colegios». «La sociedad debe movilizarse y participar pero no organizar el referéndum», sentenció. Finalmente, lanzó una última advertencia a Rajoy: «Si el Estado intenta secuestrar las urnas y e impedir la abertura de los colegios electorales, usaremos el derecho a la manifestación de forma intensiva».