Vivienda social

Las familias de Cuatro Caminos llevan su protesta a las puertas de Cibeles

Los cooperativistas afectados demandan al Ayuntamiento una solución a la paralización del proyecto

Un momento de la concentración convocada por la Cooperativa Metropolitan ante el Ayuntamiento
Un momento de la concentración convocada por la Cooperativa Metropolitan ante el Ayuntamientolarazon

«Tendremos que aprender a movilizarnos», decía uno de los miembros de la Cooperativa Residencial Metropolitan en su última concentración, que tuvo lugar el pasado día 22 de mayo allí donde estos vecinos soñaban con ver levantadas sus nuevas viviendas: las antiguas cocheras de Metro de Cuatro Caminos. Y vaya si lo han hecho, porque ayer sí, los cooperativistas se hicieron oír con una gran manifestación frente a las puertas del Ayuntamiento de Madrid. Cazuelas para los mayores, silbatos para los pequeños, cánticos de protesta al unísono y una pancarta abrazando a la conglomeración que decía: «Seguridad jurídica para las cooperativas de viviendas en Madrid».

En diciembre de 2014 varios vecinos se asociaron para adquirir mediante subasta pública un solar de 40.000 metros en el que esbozar su futuro, y lo consiguieron, tanto el terreno como la autorización municipal para la construcción de sus viviendas. Un año y medio después –y tras haber adelantado una media de 100.000 euros cada una–, 443 familias ven su ideal de vida bloqueado por una decisión política: según el Ayuntamiento, el soterramiento de las cocheras que contempla el proyecto urbanístico de esta cooperativa incumple el Plan General de Ordenación Urbana. Sin embargo, no afirma lo mismo la Dirección General de Urbanismo de la Comunidad de Madrid, que avala el plan de la Metropolitan, y con ello, la protesta que ayer por la tarde reunió a centenas de personas en la Plaza de Cibeles.

Ha pasado casi un mes entre una concentración y otra, pero, más allá de la actitud de los cooperativistas –que ahora visten camisetas con lemas de disconformidad y, en lugar de suplicar justicia, la exigen con rabia–, la situación es la misma: «De bloqueo absoluto». Así lo afirma Desiré del Río, que como representante de todos los afectados, denuncia: «Nadie se ha puesto es contacto con nosotros, nos enteramos de la decisión del Ayuntamiento a través de una nota de prensa que colgaron en la web». Esta mujer reconoce que la protesta de ayer no es más que un reclamo a la empatía del resto de la ciudadanía como única opción que les queda hasta que el consistorio se pronuncie, lo que se espera que suceda en la Comisión de Urbanismo que se celebrará el próximo día 22 de junio. Sea como sea, la Cooperativa Residencial Metropolitan ha demostrado que no está dispuesta a acatar una decisión que considera «arbitraria»; y como demostración, ha aprobado la constitución de un comité jurídico interno para valorar si demandar o no al Ayuntamiento.

A la concentración de ayer acudió el PP, C’s y UPyD, secundando así la causa de estos cooperativistas. «Queremos mostrar nuestro más sincero apoyo y compromiso con estas familias», decía Pedro Rollán, consejero de Transportes, Infraestructuras y Vivienda de la Comunidad que, además, recalcó el hecho de que Metro ha aprobado el aplazamiento hasta el próximo mes de diciembre del pago de seis millones de euros que vencía precisamente hoy.