Videos

Wanda quiere desmantelar la fachada del Edificio España

Edificio Espana en la Plaza de Espana
Edificio Espana en la Plaza de Espanalarazon

Expertos contratados por la empresa afirman que no hay garantías de seguridad si tratan de conservarla durante la obra.

Hace un año y medio el grupo chino Wanda invirtió 265 millones de euros en la compra del emblemático rascacielos de la Plaza de España. Meses después la Comunidad de Madrid daba luz verde a la modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que permitía al magnate Wang Jianlin, presidente de Wanda, demoler el inmueble y reconstruirlo para convertirlo en un hotel de cinco estrellas con zona comercial y residencial de alto standing. Tan sólo había una condición: mantener la fachada principal y parte de las laterales, y es lo que ayer el grupo Wanda dijo que no se podía hacer, que había que desmantelarla. A cambio, se levantará una imitación china.

Una drástica decisión que ayer explicó con todo lujo de detalles durante una visita exclusiva para la Prensa. Tras una introducción en la que aseguraba que su propósito es mantener la imagen y el patrimonio de Madrid con su proyecto, el director general de Wanda Madrid Michael Qiao cedió el testigo a parte del batallón de expertos que, durante un año, han estudiado las posibilidades que había para mantener la fachada mientras se rehace el resto del inmueble. Así, Juan Manuel Benito, consultor de estructuras de Valladares Ingeniería, explicó que se habían hecho dos estudios sobre el estado de conservación del inmueble que revelaban que los materiales de la fachada están en malas condiciones, pese a haber sido rehabilitada en los años 2000 y 2008, y que la estructura del inmueble –que se asienta sobre los «peines» que conforman la estructura horizontal– hacen extremadamente difícil el mantenimiento de la parte frontal del edificio.

Para ello proponían dos alternativas: conservar las dos primeras crujías –los dos primeros muros de carga desde la fachada– o construir una torre metálica que sostuviese la parte a conservar mientras se levanta el resto. En este punto, el testigo se pasó a los expertos en seguridad, Rafael Anduiza, arquitecto técnico, y el profesor de la Universidad Politécnica, Antonio Ros, que descartaron la primera de las opciones porque el edificio perdería rigidez y los pórticos no soportarían el viento. En el caso de la segunda, confesaron que el cálculo de la deformación que sufriría la estructura con el andamio metálico entra dentro de la normativa pero es mayor de la que soporta actualmente la fachada, lo que puede provocar daños en la misma y, sobre todo, «incertidumbre sobre la seguridad». En palabras del profesor Antonio Ros: «Imaginen una enorme vela de 107 metros, sostenida por una estructura que obliga a perforarla para contrarrestar las ráfagas y con la resistencia de un elemento que no está diseñado como portante de carga».

Por último, el ingeniero consultor de la fachada, Ignacio Fernández de Arup, terminó de detallar la degradación de los materiales que la forman –ladrillo a cara vista, piedra artificial y mortero–, que hacen inviable la opción de desmontarla piedra a piedra, ya que incluso los elementos decorativos están deteriorados, y volverla a reconstruir. De ahí que la única opción que contempla Wanda es desmantelar el inmueble del mismo modo que se hizo con el rascacielos Windsor tras el incendio, de arriba a abajo, y levantar en su lugar una fachada exactamente igual, con los mismos materiales, estructura y composición, una imitación perfecta.

Para ello ya tienen hasta una estrategia legal que se ha plasmado en una consulta urbanística especial que elevaron al Ayuntamiento de Madrid el pasado 1 de julio. En ella, según explicó el experto legal, Vicente Laso, se aferran a la normativa del PGOU que admite que, sin solución de continuidad puede hacerse una obra de desmantelamiento y reconstrucción de la fachada cuando no fuese posible técnicamente ejecutar las obras previstas, siempre y cuando se utilicen los mismos materiales, forma y dimensiones de la original.

«No tenemos un plan b», aseguró el director general de Wanda, que añadió que el coste del proyecto «no es un problema» porque su mayor preocupación es respetar la imagen del edificio y mantener la seguridad. Por ello y pese a que no han hablado con el nuevo equipo de Gobierno de Manuela Carmena, si bien hicieron visitas al edificio con todos los partidos políticos y expertos interesados, se muestra confiado en que «es la única opción». Es más, animó al consistorio a «nutrirse» de informes técnicos y buscar opiniones hasta que lleguen a la misma conclusión.