Actualidad

Restringido

Luces y sombras

La Razón
La RazónLa Razón

Somos conscientes de que el invierno, o el primer trimestre de cada año, no siempre nos ofrece buenas noticias en materia de empleo. Nuestra economía, muy centrada en el carácter estacional de muchos sectores productivos, nunca nos da excesivas alegrías en esta época invernal, y los datos de la EPA conocidos ayer no son una excepción. En todo caso, estas cifras han deparado una cierta sorpresa, dado que tras tres trimestres consecutivos creando empleo de forma sistemática y continua, con cierta fuerza, y sobre todo teniendo presente los llamativos datos de afiliación que conocimos en el mes de marzo, se ha vuelto a destruir empleo, retrocediendo la ocupación en 114 mil personas en este trimestre, principalmente en el sector servicios. La destrucción de empleo proviene del sector privado –que no del público–, demostrando que la estacionalidad es la mayor culpable de la caída del empleo de este primer trimestre del 2015.

Por el contrario, existen algunas luces que también llaman la atención –en positivo– y que pueden continuar marcando una buena tendencia para lo que nos resta del año. En efecto, el paro descendió en el mayor porcentaje, comparativamente con trimestres equivalentes, desde 2005. Más importante aún, si cabe, es haber conocido que el desempleo retrocedió entre los jóvenes de hasta 25 años en 34 mil personas. La construcción y la industria vuelven, poco a poco, a revitalizarse con descensos acusados de desempleados. Y, finalmente, la estacionalidad negativa provocó una disminución notable de asalariados bajo el régimen de contrato temporal, con crecimientos de la contratación indefinida en 25 mil personas. La tasa de temporalidad se reduce hasta casi un 24%, una de las más bajas desde el inicio de la crisis.

En definitiva, sin olvidarnos de esta foto fija que sigue siendo de blanco y negro, con una tasa de paro total en nuestro país del 23%, conviene observar la tendencia virtuosa de creación de empleo (en el último año en más de 500 mil personas) que estamos viviendo y que muy probablemente se afiance con fuerza en los meses venideros. Queda mucho por hacer, y es responsabilidad de todos que cada vez tengamos un mercado de trabajo que pueda colocar, más pronto que tarde, a los millones de parados que por encima de todo desean trabajar.

*Abogado y profesor de Derecho del Trabajo de la Universidad Francisco de Vitoria