Salud

5 razones por las que deberías empezar a practicar yoga en 2015

Si el mes de enero está repleto de buenos propósitos, desde luego esta semana no iba a ser menos. Si el lunes os contaba algunos buenos hábitos que adquirir durante este nuevo año, hoy os quiero hablar de otro buen hábito en particular, la práctica de yoga. Para quien ya esté familiarizado con esta disciplina, este artículo solo corroborará lo que ya conoce, pero si alguno de vosotros aún tiene dudas, estoy segura de que tras este post 2015 será recordado por haber sido el año en el que comenzaste a practicar yoga. Y estos son algunos de los beneficios que obtendrás.

5 razones por las que deberías empezar a practicar yoga en 2015
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Si el mes de enero está repleto de buenos propósitos, desde luego esta semana no iba a ser menos. Si el lunes os contaba algunos buenos hábitos que adquirir durante este nuevo año, hoy os quiero hablar de otro buen hábito en particular, la práctica de yoga. Para quien ya esté familiarizado con esta disciplina, este artículo solo corroborará lo que ya conoce, pero si alguno de vosotros aún tiene dudas, estoy segura de que tras este post 2015 será recordado por haber sido el año en el que comenzaste a practicar yoga. Y estos son algunos de los beneficios que obtendrás.

1. Ganar confianza en uno mismo: en yoga se realiza un trabajo de ‘centro’, un lugar que está situado en los alrededores de nuestro ombligo, también conocido como núcleo o tercer chakra. Gracias a esta práctica en este importante lugar energético, estamos trabajando directamente sobre nuestra fuerza de voluntad, confianza y determinación. El trabajo de centro ayuda a generar confianza en uno mismo, mejora la concentración y nos vuelve más seguros porque creemos en nosotros.

2. Generar optimismo: al hilo del punto anterior, cuando hablamos de confianza, hablamos de optimismo y esperanza. El hecho de situar nuestra mente en el aquí y en el ahora (recordad las veces que hemos hablado de la filosofía Mindfulness), nos ayuda a no hacer falsas cábalas sobre lo que puede pasar y lo que no y simplemente a estar preparados para lo que tenga que llegar. Y por supuesto a afrontarlo.

3. Mejorar nuestra alimentación: no hay que ser budista para practicar yoga y por supuesto tampoco hay que ser vegetariano (yo no soy ni una cosa ni la otra). Lo que sí es cierto es que la práctica de yoga, al igual que la práctica de cualquier disciplina tomada desde el punto de vista deportivo, nos ayuda a ser más conscientes de nuestro estado físico, de cómo responde nuestro cuerpo y, por lo tanto, a corregir malos hábitos alimenticios que no hacen otra cosa que perjudicarnos.

4. Allana el camino hacia la espiritualidad: sin connotaciones religiosas de ningún tipo, la práctica de yoga nos acerca a un plano de superioridad mental, de control de nuestra mente y nuestros propios pensamientos que vienen y van. La práctica de yoga nos ayuda a identificar esos pensamientos, a etiquetarlos y controlarnos de forma consciente. Todo un Nirvana de bienestar mental.

5. Y mejora el aspecto físico: existen numerosas variantes en la práctica de yoga. Desde las más espirituales basadas más en la meditación como el Kundalini, hasta disciplinas más físicas como Hatha o Vinyasa. Sea cual fuere tu caso, todas ellas mejoran nuestra flexibilidad, cuidan de nuestras articulaciones y, muy importante, protegen nuestro organismo gracias a posturas que masajean nuestros órganos y agilizan nuestro flujo sanguíneo.

Felices prácticas de yoga en 2015.