Marín: “Cada vez que haya que relevar a alguien lo haremos se llame como se llame”

El vicepresidente de la Junta, Juan Marín, niega que el cese de la viceconsejera de Educación Marta Escrivá se enmarque en una guerra interna de Cs y deja claro que “si esto es una crisis les anuncia que habrá muchas” porque “cada vez que haya que relevar a alguien lo haremos, se llame como se llame y esté donde esté porque aquí se trata de hacer un trabajo eficaz”.

Marín ha atribuido la decisión de cesar a Escrivá, vinculada al ex secretario de Organización nacional Fran Hervías (actualmente en la gestora del partido naranja creada tras la marcha de Albert Rivera en la que no está presente el líder andaluz) “exclusivamente” al consejero de Educación y Deportes Javier Imbroda. Una decisión que según el vicepresidente andaluz comunicó “hace tiempo” y que responde a su deseo de “dar un giro a su consejería en determinadas materiaes, especialmente en el ámbito jurídico”. En este sentido aseguró que la sustituta de Escrivá, la actual delegado de Educación en Almería Carmen Castillo, es “una gran jurista”.

Martá Escrivá sera cesada como viceconsejera el próximo martes por el Consejo de Gobierno y nombrada delegada territorial de Educación en Sevilla en sustitución de Joaquín Pérez-Blanes, que hace tiempo había pedido su relevo en el cargo por motivos personales. Se trata de una de las principales aliadas en Andalucía de Hervías (el único superviviente de la Ejecutiva de Albert Rivera en la gestora que se resiste a seguir al líder en su salida), y su homóloga en la comunidad Mar Hormigos, ambos contrarios al vicepresidente de la Junta, Juan Marín.

Pese a que Escrivá formó parte del primer grupo parlamentario de Cs en Andalucía la pasada legislatura, e incluso tuvo un papel destacado, su nombramiento como viceconsejera de Educación fue una imposición directa de la dirección nacional del partido. A nivel interno, presume de ser íntima amiga de Virgina Salmerón, secretaria de Relaciones Institucionales del partido en Andalucía y pareja de Hervías.

Respecto a su gestión en este tiempo como número dos de la Consejería de Educación y Deportes, ha tenido varios traspiés, entre ellos, el frustrado aumento del precio plaza de las escuelas infantiles para este curso, congelado desde hace años, que ella se encargó de venderle al sector y que el consejero llegó a anunciar a bombo y platillo en una rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno. Posteriormente tuvo que retrasarlo hasta el curso 2020-21 ante el aviso de los interventores de que no se podía aplicar un cambio cuando ya estaba abierto el plazo para solicitar plaza. Igualmente pasó con el conflicto de 73 trabajadoras de cinco centros cuya gestión era subcontratada a empresas y que la Junta decidió asumir. Escrivá prometió a las empleadas que serían subrogadas pero de nuevo motivos legales lo impidieron. Y actualmente hay conflictos abiertos por los comedores y las profesionales de educación especial.

Con Escrivá ya son tres los viceconsejeros de la Junta, todos de Cs, dimitidos o cesados, tras la marcha en verano de los de Empleo e Igualdad. En conjunto, una decena de cargos del partido naranja han dejado el Gobierno.

Marín negó que en Cs existan “luchas de poder” salvo el proceso que deberá elegir al nuevo presidente del partido, para el que de momento sólo ha anunciado su candidatura Ines Arrimadas que cuenta con todo el apoyo del líder del partido en Andalucía y a su juicio “de la inmensa mayoría de los compañeros de España”. El vicepresidente andaluz recordó que hasta que no se celebre la Asamblea que elija a la persona que ocupe la Presidencia “no habrá nueva organización al frente” de Cs. Un mensaje velado a quienes especulan con que Hervías pueda mantenerse en la futura Ejecutiva de Arrimadas.