Andalucía
SOTO DE PAULA
Curristas y paulistas regresan, por un río de arte, al leer «Revoluciones y Revelaciones toreras», quinto libro de Jesús Soto de Paula, pubicado por «Libros Canto y Cuento». Cante y canto es el toreo, dijo Bergamín, y puedo dar fe que es cierto aquello de que «no hay quinto malo», pues a través de sus páginas el autor se vacía y se asoma al abismo de la verdad. Desde el comienzo, con los pinceles de Diego Ramos, hasta los aforismos y sortilegios finales. La relación del toreo con vertientes como la pintura (Goya, Picasso y Dalí, entre otros), con la filosofía, y con la música (sobre todo, con el flamenco) se mantiene constante a través de los distintos capítulos. En este paseíllo literario, se suceden anécdotas y vivencias de toreros a través de una lectura amena, pero sobre todo, profunda. De enorme hondura. Entre las revoluciones de Belmonte, Chicuelo, Manolete, El Cordobés y Paco Ojeda, y las revelaciones Rafael El Gallo, Cagancho, Pepe Luis, Curro y Rafael, también hay guiños a la tauromaquia mexicana o a ese duende, que en palabras de Curro: «O viene o no viene. Ahí no manda nadie». Cosecha del 74, Soto de Paula ha escrito esta obra en poco más de tres años. Dice el autor: «El toreo de Rafael de Paula despierta sentidos que otros duermen». «A Curro Romero lo entendí sin entenderlo, que es como se entienden los duendes, por el juego del sortilegio». Entre Curro y Rafael discurren muchos pasajes del libro. Por eso, hoy vuelven curristas y paulistas. Dos metales distintos forjados en una misma fragua. Y cuando, en ése camino que va de la inocencia al pecado, queda ya el toro en suerte, uno piensa que la mayor revolución quizás sea el arte de una revelación eterna.
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