Andalucía

Cena de Navidad

La Nochebuena, la Nochevieja, el copetín de las empresas o los reencuentros con quienes viven fuera no son más que ocasiones para mejorar el humor

Las fiestas son una excusa para reunirse y pasar un buen rato
Las fiestas son una excusa para reunirse y pasar un buen ratolarazon

La convivialidad reinó en la velada de cada domingo en el lugar de siempre, una cita semanal que viró en cena navideña porque el calendario y sus caprichos así lo quisieron. No es mala la rutina cuando es placentera. Volveremos el 12 de enero los habituales –un número indeterminado entre cuatro y treinta personas–, cuantos puedan se unirán y faltarán algunos otros, para consumir idénticas raciones, coronar con los mismos postres y brindar con los tragos de costumbre antes de hacer escala, camino de la cama, en el único bar que queda abierto cuando ya alborea el lunes. Claro que este hábito sí hace al monje, porque mejora sustancialmente el humor de quien se empeña en celebrar la vida con cada excusa que se ofrezca o algún optimista empedernido se invente, y también cuando no hay ninguna, siquiera por el gusto de echar un rato entre amigos. Es el espíritu que reina en estas fechas, cuando los cascarrabias quieren amargarnos con objeciones dizque racionales sobre lo absurdo de las fiestas. ¿Acaso es más inteligente acoquinarse mustio en un rincón mascando imprecaciones contra el universo mondo que intentar reírse un rato? La Nochebuena, la Nochevieja, el copetín de las empresas o los reencuentros con quienes viven fuera no son más que ocasiones para mejorar el humor durante algunas horas o para espantar la melancolía del recuerdo de los ausentes. Es perentorio huir de los cenizos. Anteanoche lo conseguimos, con la entusiasta complicidad de dos embarazadas y un par de enfermos crónicos que desafiaron las señales que les enviaban sus cuerpos aguantando como titanes hasta la putísima hora, cuando a los supervivientes ya les costaba distinguir entre el taxi y el camión de la limpieza viaria. En 2020, más. Una vez por cada una de las cincuenta semanas que carga en el almanaque.