
Historia
‘Braveheart’ a la gallega: la mujer que derrotó a los 20.000 soldados y 150 barcos de la armada invencible británica
Tras abatir con una lanza al abanderado inglés, María Pita lideró la defensa de A Coruña en 1589 al grito de “Quien tenga honor, que me siga”

El cine ha dado al mundo historias épicas como la de William Wallace, inmortalizado en Braveheart como el símbolo de la lucha por la libertad de Escocia. Ese que, desde el primer momento, deja claro su destino cuando la voz en off atrapa al espectador recordando una evidencia: “La historia la escriben aquellos que cuelgan a los héroes”.
De ahí hasta el desenlace se sucede una historia de venganza y libertad que, a lo largo de los siglos, se replica aquí y allá con mayor o menor conocimiento de esos héroes o heroínas. Es el caso, por ejemplo, de la gallega María Pita.
En mayo de 1589, A Coruña se convirtió en el escenario de una de las gestas más notables de la historia española, donde esta valiente mujer lideró la resistencia contra la invasión de una imponente flota inglesa comandada por Francis Drake.
Una invasión histórica y desigual
En pleno siglo XVI, Europa estaba dividida por conflictos políticos y religiosos. España, bajo el reinado de Felipe II, era una de las potencias más grandes del mundo, mientras que Inglaterra, gobernada por Isabel I, intentaba frenar su expansión.
En este contexto, la flota inglesa, liderada por el legendario corsario Francis Drake, recibió la orden de atacar A Coruña como parte de una campaña para debilitar al imperio español tras el fracaso de la "Armada Invencible".
La ciudad gallega, con defensas limitadas y una población de apenas 5.000 habitantes, afrontó una amenaza abrumadora: más de 150 barcos y 20.000 soldados ingleses. Los invasores destruyeron los arrabales y se prepararon para tomar el recinto amurallado, seguros de una victoria rápida. Pero no contaban con la resistencia feroz de los coruñeses ni con la determinación de una mujer que cambiaría el curso de la batalla.

El coraje de María Pita
María Mayor Fernández de Cámara y Pita, más conocida como María Pita, era una mujer de origen humilde nacida en Cambre en 1565. Había enviudado recientemente de Gregorio Rocamonde, uno de los hombres que defendía la ciudad. Su muerte a manos de los ingleses encendió una furia en María que la llevó a tomar las riendas de la resistencia.
Según la tradición, María Pita se encontraba en lo alto de la muralla cuando un abanderado inglés, identificado por algunos relatos como el hermano de Francis Drake, lideraba un asalto decisivo. Armada con una lanza, María lo derribó, alzando su cabeza ensangrentada mientras gritaba: “Quien tenga honor, que me siga”. Este acto heroico inspiró a los defensores de la ciudad, que lograron repeler a los invasores y obligarlos a retirarse.
Este momento decisivo marcó la victoria de A Coruña y el comienzo de la leyenda de María Pita, que pasó a ser reconocida como símbolo de la resistencia gallega frente a los ingleses.
La recompensa real y una vida de lucha
El rey Felipe II no tardó en reconocer la importancia de la hazaña. María Pita recibió el título de “soldado aventajado” y una pensión vitalicia, un honor inusual para una mujer en una época donde el protagonismo público femenino era casi inexistente.
Este reconocimiento le permitió mantener su independencia en los años venideros, aunque su vida no estuvo exenta de dificultades.
A lo largo de su vida, María se enfrentó a pleitos legales, desafíos económicos y la necesidad de defender su reputación y la de su familia. Se casó en cuatro ocasiones, un hecho que refleja tanto la dureza de su época como su capacidad de adaptarse a las adversidades.

El legado de una heroína universal
Hoy, María Pita es un símbolo de orgullo para A Coruña y para Galicia. Su estatua preside la plaza que lleva su nombre en el corazón de la ciudad herculina, recordando a todos los que la visitan el coraje de una mujer que no se dejó doblegar por las circunstancias. Además, su casa-museo ofrece un recorrido por su vida y la importancia de su papel en la historia.
Su legado va más allá de las fronteras gallegas. María Pita es un ejemplo universal de cómo una sola persona, armada con valor y determinación, puede enfrentarse a un enemigo aparentemente invencible y cambiar el curso de los acontecimientos. Como William Wallace en Escocia, ella representa la lucha por la libertad, el honor y la justicia, una historia que merece ser recordada y celebrada.
✕
Accede a tu cuenta para comentar