Coronavirus

Autónomos en la estacada: “Los pocos que sobreviviremos lo haremos con créditos”

Echan en falta medidas de apoyo del Gobierno durante la crisis del coronavirus

Antonio Luis García, que regenta las peluquerías Luigi Studio en Sevilla
Antonio Luis García, que regenta las peluquerías Luigi Studio en SevillaLa Razón

Como todos los autónomos de España, Antonio Luis García no para de hacer cuentas. Ya las hacía antes, como consecuencia de la crisis que azotó al país desde 2008, y las sigue haciendo tras verse obligado a cerrar su negocio con motivo del estado de alarma decretado por el Gobierno para intentar frenar el coronavirus. Regenta dos peluquerías en Sevilla, Luigi Studio, con una plantilla de unos veinte profesionales. Llegó a tener tres salones, pero cerró uno en la anterior crisis, y a pesar de ello “fuimos creciendo sorteando todos los inconvenientes”. Uno de ellos, por ejemplo, la subida del IVA en un 21 por ciento que “no pudimos implementarlo en los precios a los clientes”.

Tras cerrar las dos peluquerías, con la extensión de las medidas de confinamiento, volvieron a encenderse las alarmas, algo habitual en un colectivo acostumbrado a las apreturas económicas. Antonio no se cruzó de brazos y pidió un préstamo ICO de 30.000 euros, avalado en un 80 por ciento por el Estado, para retomar la actividad con garantías cuando se levante el estado de alarma. Se lo han concedido. No obstante, la plantilla se acogió a un ERTE, así que “cobrarán el paro mientras dure el estado de alarma”. Pero quedan otros pagos, como la cuota de autónomo, la mitad de las nóminas para que los empleados alcancen el mismo sueldo y la Seguridad Social que “son casi 8.000 euros”. Junto ello, Antonio reconoce que las firmas comerciales con las que trabaja “se han portado bien y nos han suspendido los pagos durante dos meses”.

Ante las medidas laborales que está poniendo en marcha el Gobierno, echa en falta ayudas a los autónomos. “La cuota se debería suprimir, incluso la Seguridad Social de este mes”. Quedan pendientes asuntos como el alquiler de los locales y los suministros de agua y electricidad. “Los pocos que sobreviviremos lo haremos con créditos, a pesar de lo justo que estábamos”, señala. Igualmente, advierte de que su sector necesita mucho personal para producir y cubrir los gastos. “Nuestros costes son más altos que lo que ingresamos, nos pasa como a los agricultores. A no ser que hagas trampas como las ‘low cost’”.

Durante estos días duros de confinamiento la plantilla está “con ánimo”, reconoce. “Tenemos buena relación; he hecho subidas de sueldo a los más productivos a pesar de lo justo que estamos”. En definitiva, “hacemos piña para salir adelante y me dicen que echarán todas las horas que tengamos que echar cuando empecemos”. Para entonces, cuando reabra las peluquerías, “se supone que habrá una avalancha de personas con pelos largos y raíces”, por lo que la actividad no tardará mucho en tomar ritmo de crucero, independientemente de las apreturas que habrá en las familias. En este punto, Antonio subraya que “somos una actividad muy necesaria”. “Hay gente que puede ponerse colores en casa y cortarse con la maquinilla, pero la mayoría necesita a un profesional porque los cortes con complicados”.