PAC

El campo andaluz vela armas ante el recorte de 1.060 millones de la PAC

Los agricultores tachan la propuesta de la Comisión Europea de «injusta e insolidaria» y no descartan nuevas movilizaciones por la paulatina pérdida de renta

Los agricultores temen que Europa recorte la PAC tras la crisis del coronavirus
Los agricultores temen que Europa recorte la PAC tras la crisis del coronavirusManuel OlmedoManuel Olmedo

A la crisis de precios que viene soportando el sector agrícola se puede sumar otro duro golpe que resultaría letal para el campo, todo ello a pesar de que los agricultores han venido abasteciendo a los hogares durante la crisis sanitaria. La Comisión Europea baraja recortar la Política Agraria Común (PAC) de cara al nuevo marco 2021-2027, reduciendo el montante para el primer pilar de ayudas directas en un 9,6 por ciento, lo que se traduciría en 134 millones de euros anuales menos para Andalucía. En el caso del segundo pilar, el dedicado al desarrollo rural, la disminución sería del 6,7 por ciento, es decir, la supresión de 20 millones de euros en la comunidad autónoma cada año. Teniendo en cuenta que esta nueva PAC comprende un periodo de siete años, «estamos hablando de unos 1.060 millones de euros que dejarán de percibir los agricultores y ganaderos andaluces», según asegura Miguel Cobos, secretario general de UPA Andalucía, quien tacha esta propuesta de «injusta e insolidaria».

Las instituciones comunitarias ya trabajan en un plan de recuperación de la economía europea tras la crisis provocada por el coronavirus, del que España será el segundo país beneficiario detrás de Italia, pero también determina, entre otras cosas, el presupuesto que se destinará a la PAC. Se trata del llamado «fondo para una transición justa», con una dotación que «no es tan halagüeña y sufrirá serios recortes», apunta Cobos.

A su juicio, «hemos sido capaces de llevar alimentos a los hogares para que la crisis sanitaria no se complique más todavía, por lo que no ha habido desabastecimiento». En este sentido, «se ha demostrado que la soberanía alimentaria es importante, no podemos depender de terceros países», puesto que las fronteras han estado cerradas. En la anterior reforma, recuerda Cobos, España se quedó prácticamente con el mismo presupuesto, pero los criterios de reparto «perjudicaron a Andalucía», que perdió 1.000 millones de euros. Las previsiones de UPA apuntan a la misma cantidad con el nuevo marco, siempre y cuando «las condiciones de reparto sean iguales». En cambio, si se fijara un número menor de regiones, «Andalucía puede salir perdiendo» puesto que recibe un importe mayor por hectárea, aunque la ayuda por agricultor está por debajo de la media.

¿Qué va a suponer estos recortes? Cobos cree que se traducirán en el cierre de explotaciones, abandono del medio rural y desabastecimiento del agricultor. «No se están incorporando los jóvenes, y los que lo hacen están de forma artificial con ayudas poco atractivas. La ayuda dura cinco años y cuando comprueban que esto no tiene viabilidad económica, abandonan la explotación».

UPA recuerda que el valor de la producción agraria en Andalucía oscila entre los 100.000 y 12.000 millones de euros. La PAC supone un 30 por ciento de media de los ingresos del agricultor, subraya Cobos, quien insiste en la necesidad de una PAC «fuerte». Si disminuyen las ayudas comunitarias «la renta también cae». Precisamente, en 2019 bajó un 9 por ciento, con los lógicos perjuicios para los agricultores.

Crisis de precios y protestas «permanentes»
UPA recuerda que la agricultura andaluza sigue atravesando una crisis de precios y que el campo mantiene una movilización «permanente», aunque el coronavirus haya aplacado las protestas. «No llegamos a cubrir los costes de producción», lamenta el secretario general de la organización agraria, Miguel Cobos, subrayando que los sectores más afectados son el olivar, las frutas y las hortalizas. Las restricciones en la movilidad durante el estado de alarma no han ayudado. No obstante, puntualiza que la última campaña ha mejorado como consecuencia de una menor producción.