Pandemia

Granada, a examen para dejar atrás el confinamiento

El comercio y el turismo reclaman a la Junta que suavice antes del puente las limitaciones y calculan pérdidas acumuladas del 60 por ciento

Cinco mil personas reclamaron recientemente en Granada ayudas para el sector hostelero
Cinco mil personas reclamaron recientemente en Granada ayudas para el sector hosteleromiguel angel molinaEFE

Granada se ha vuelto una ciudad callada. Sus calles no son desde hace meses el trasiego de extranjeros siguiendo las indicaciones de guías turísticos, serpenteando a los pies de la Alhambra para empaparse de la cultura que emanan sus piedras. Tampoco los granadinos pueden disfrutar de ese inhabitual sosiego que compuso la pandemia del coronavirus: desde mediados de octubre la recomendación de las autoridades sanitarias es salir solo para actividades esenciales. No es el confinamiento domiciliario de los meses de marzo y abril, pero sus consecuencias están siendo devastadoras porque ahora arrastran nueve meses de pérdidas y cierres forzados.

Hace solo un año, la ciudad hablaba de récords turísticos: cerró 2019 superando los cinco millones de turistas, con un crecimiento del 7,8%. La página web de la Alhambra luce un «cerrado temporalmente» que se está repitiendo con asiduidad. En el año previo, en su peor mes, recibió 140.000 visitas que se elevaron a 250.000 en temporada alta. En el año en que se conmemoran su 150 aniversario como monumento nacional la han obligado a una larga cuarentena que pasará factura a toda la ciudad. El Ayuntamiento es consciente de ello y este viernes celebró un Pleno para solicitar al Gobierno la declaración de zona catastrófica, un trámite que le permitirá acceder a ayudas especiales que impulsen su recuperación.

Todos los sectores afectados siguen con atención los números que podrían sacarles del actual confinamiento y abrir parcialmente la actividad como en el resto de Andalucía. La incidencia en la provincia ha ido descendiendo desde la adopción de las restricciones hasta los 528 marcados el viernes, con 6.609 diagnosticados con covid en catorce días –2.878 en la última semana–, según datos actualizados por la Consejería de Salud y Familias. La preocupación por la presión hospitalaria se mantiene, pero la evolución también es positiva. En la última semana ingresaron 134 personas, solo dos en UCI. Hay menos hospitalizados generales, 577 personas, pero más ingresos en UCI, un total de 115. Esto es lo que más preocupa a la Junta y puede condicionar que se demore el levantamiento de las limitaciones. En la capital, en las dos últimas semanas se han detectado 1.563 contagios y 491 en la última, según datos de Salud. La incidencia está en 588 casos por cada cien mil habitantes. En este punto, el representante de los comerciantes se pregunta por qué la incidencia no se calcula incluyendo a los más de 24.000 estudiantes desplazados a la ciudad durante el curso, sobre todo teniendo en cuenta que Salud señaló a los colegios mayores y residencias universitarias como origen del aumento de los contagios. Eso llevó al cierre de la Universidad el 15 de octubre, manteniendo exclusivamente la enseñanza online que posteriormente se extendió al resto de universidades de la comunidad. La Consejería de Salud y Familias confirmó a LA RAZÓN que ese aumento del 10% de la población durante el curso escolar–Granada tiene censadas a 232.462 personas– no se tiene en cuenta para medir la incidencia de la covid y solamente computan quienes están empadronados o figuran como desplazados. Los positivos se notifican en el municipio en el que viva el afectado, como sucede con quienes trabajan entre semana lejos de su residencia habitual.

La costa y La Alpujarra ya consiguieron dar el paso de abrir más allá de la actividad esencial el domingo pasado. Se juega mucho: las pérdidas estimadas si se pospone a después del puente son del 60%, según el cálculo de la Federación provincial de Comercio de Granada. Su secretario general, Miguel Moreno, hace una radiografía pesimista: «Estamos muy desesperados, la situación está siendo dramática para muchos pequeños autónomos y sobre todo para el comercio rural». «Cuando la Junta dice que está haciendo un esfuerzo para salvar la Navidad, ¿qué quiere salvar? Si son las comidas, familiares estamos a tiempo. Si es para salvar la economía vamos tarde», lamenta. No entiende tampoco por qué se cierran los comercios no esenciales sin que «se haya demostrado que las tiendas sean focos de contagio. Nunca lo han sido». Se trata, dice, de establecimientos pequeños donde «entra solo una persona por dependiente», por lo que reclama que se «liberalice la apertura cuanto antes. Todo cuenta, si se abre el lunes en vez del martes, le estás diciendo al consumidor que vamos a volver y no hará sus compras online».

En el sector turístico el horizonte es aún más complicado, según confirma Miguel Campos, presidente de la Asociación de Guías e Intérpretes del Patrimonio de Granada (Agip). Tras más de un mes de cierre perimetral, efectivo desde el 26 de octubre, califica el panorama de «muy trágico». «Seguimos todavía en mitad de la travesía, no sabemos hasta cuándo», dice con desesperación, confirmando que el segundo cierre temporal de la Alhambra arrastra con toda la actividad a su alrededor. Campos augura que este año acabará prácticamente en blanco para los setecientos guías que operan en la capital. «Es una ruina total, estábamos viviendo un momento de oro con un turismo floreciente, sobre todo oriental, de China, Japón y Corea, y eso se ha acabado», relata. «En verano salvamos algo porque la Alhambra abrió en junio. Es un señuelo muy grande» para una ciudad que en condiciones normales registra un flujo constante de visitantes. «Granada no falla nunca ni en fines de semana ni festivos», concluye. «Yo llevo desde marzo prácticamente sin trabajar. Nosotros somos temporeros, tenemos de abril a octubre para trabajar y en invierno vivimos un poco de las rentas.

Sierra Nevada, el otro gran reclamo, continúa cerrada hasta que se levante el cierre perimetral en toda la comunidad y para otras regiones. Pese a todo, Campos conserva cierto optimismo: «En cuanto se abra la movilidad todo estoy convencido de que se recuperará el turismo y la gente vendrá». La limitación seguirá vigente al menos hasta el 10 de diciembre, cuando la Junta decidirá si se levanta total o parcialmente según la incidencia de la covid. Este segundo cierre, tras el largo confinamiento de marzo, ha terminado por desesperar a los afectados, especialmente a la hostelería, que el día 13 protagonizó una multitudinaria manifestación –cinco mil personas cortaron la autovía de circunvalación– para pedir ayudas directas que palien un año negro.