Entrevista
Mario Alonso Puig, psiquiatra: “La vida no se va a plegar a nuestras expectativas”
El doctor aterriza en el Palacio de Ferias y Congresos de Sevilla, FIBES, con su conferencia “Eres más grande de lo que crees”
El doctor Mario Alonso Puig es médico, “fellow” en cirugía por Harvard University Medical School y ha dedicado gran parte de su vida a investigar cómo desplegar el potencial humano, especialmente en momentos de desafío, incertidumbre y cambio. Lleva más de 20 años impartiendo cursos, conferencias y trabajando con equipos directivos para potenciar capacidades humanas como el: liderazgo, trabajo en equipo, gestión del cambio, salud, bienestar, felicidad, comunicación, creatividad e innovación.
¿Cuáles son las claves para alcanzar los máximos estándares en esas parcelas de la vida que nos conducen al bienestar y la felicidad?
Hay que actuar a nivel consciente y a nivel inconsciente. A nivel consciente, la herramienta fundamental es el lenguaje, empezar a hacer distinciones que nos permitan ver cosas que no estamos viendo. Uno de los filósofos más importantes del mundo, Ludwig Wittgenstein decía “los límites de mi lenguaje, son los límites de mi mundo”. Y a nivel inconsciente, hay que conectar con ese maestro interior alcanzar estados meditativos que nos hagan conectar con partes de nosotros de las que a veces no somos conscientes o tenemos ocultas.
A tenor del título de la conferencia, ¿podemos constatar que solemos infravalorarnos?
Llevaría mucho tiempo explicarlo, pero básicamente sí nos infravaloramos. Y lo hacemos por la forma en la que pensamos a cerca de nosotros mismos; ésta, no altera lo que somos pero sí la forma en la que nos vemos. No altera la forma en la que son los demás, pero sí la forma en la que vemos a los demás. No altera cómo es el mundo, pero sí altera profundamente cómo vemos el mundo. Por sorprendente que pueda parecer, como uno ve el mundo afecta a cómo se manifiestan en nuestra vida esas cosas del mundo. Cuando cambia el observador, cambia lo observado: es algo verdaderamente notable de lo que ya hablaban grandes filósofos como Platón y Epicteto, o grandes científicos como Bohm o Einstein. Pero da la sensación de que pese a los siglos, no terminamos de prestar atención a ello.
¿Con qué lentes hemos de mirar por tanto al mundo, a la vida, por adversa que se nos antoje?
Lo primero que hemos de entender es que la vida no se va a plegar a nuestras expectativas. La vida es demasiado grande como para plegarse a nuestros deseos de poder, fama, fortuna o seguridad. La vida es lo que es, y nosotros hemos de fluir con la vida, si queremos tener un nivel de alegría, de serenidad, de paz interior y de confianza que son elementos que necesitamos para fluir con la vida y tener la sensación de que vivimos y no simplemente sobrevivimos.
Y en el contexto actual, con la de adversidades que atravesamos desde hace casi dos años, amén de otros desafíos ¿cómo sobrevivir a las amenazas?
En una situación como la que estamos atravesando, todo lo que suponga enfrentamiento, resistencia, caer en el pánico, quedarse bloqueado, va en contra de la vida. Sin embargo, estando unidos, tenemos la capacidad de hacer frente a cualquier circunstancia por adversa que sea. Hay que evitar estar divididos y separados del mundo. Cuando el ser humano recupera la unidad, empiezan a emerger en forma de creatividad niveles de energía insospechados, una vía de acción que nos ayuda a transitar por épocas difíciles que nadie niega como la actual, de una manera distinta.
No en vano el ponente enfatiza en sus conferencias que nadie es tan inteligente a nivel individual como podemos serlo todos trabajando como un verdadero equipo-.
En lugar de dar tanto, tanto, tanto peso a la tormenta, empezamos a dar un poquito más de peso y valor a cómo es nuestro barco. Y hemos de conseguir que nuestro barco sea mucho más flexible, y navegue mejor entre las olas, entre la incertidumbre.
¿Qué hemos de tener presente para afrontar 2022 de la mejor manera posible?
Hay una frase o expresión que se ha hecho muy común en estos meses y considero no ayuda: “cuando aparezca la luz al final del túnel”. Esta expresión nos pone inmediatamente en posición de víctima y a partir de ahí el sistema inmune empieza a funcionar de manera inadecuada. Por el contrario, tenemos que sentirnos protagonistas y actores en esta etapa que nos ha tocado vivir. No hay que esperar la luz al final del túnel, sé tu tu propia luz al final del túnel. Cuando alguien enciende una vela en un túnel, la oscuridad nos genera menor sensación de confusión o amenaza, por tanto eso es de lo que se trata, de encender nuestra propia luz y poner entusiasmo y alegría a la vida. No necesitamos más tristeza, pesimismo o desesperanza a lo ya existente.
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