
Política
“Hemos acabado con el sectarismo de etapas anteriores en Cádiz”
“Si se supiera todo lo que hace la Diputación por los municipios, no se diría que existe exceso de personal y presupuesto”, señala Almudena Martínez del Junco

Acaba de cumplir su primer año de gobierno al frente de la Diputación de Cádiz y las conclusiones que saca son «muy positivas». Convencida de que ha puesto punto y final «al sectarismo de etapas anteriores», Almudena Martínez del Junco hace gala de tener una «buena relación de diálogo y colaboración» con todos los ayuntamientos de Cádiz, incluidos los de IU y PSOE. Seguir construyendo «una provincia amable para vivir y trabajar» de la mano de un gobierno de coalición «compacto y coordinado» es el horizonte que se fija quien, ahora más que nunca, tilda de «primordial» el papel de la institución para la existencia y desarrollo de los pueblos pequeños y EIA de la provincia.
¿Qué sensaciones le deja este primer año de gobierno?
Buenas, ya que, como nos marcamos desde el inicio, nos ha servido para situarnos, conocer de una forma directa la situación real de las poblaciones de nuestra provincia y, en base a ella, como hemos hecho, ajustar los distintos planes que impulsa la Diputación de Cádiz. Creo que hemos cubierto el camino que había y tocaba recorrer en un primer año de gobierno, estando al lado y dando respuesta a nuestros municipios. De una forma muy especial a aquellos de menos de 20.000 habitantes y a las ELA.
Como apuntó, ha «tirado de baúl» y se ha recorrido la provincia, ¿qué debilidades ha detectado a lo largo de este tiempo?
Aunque no es una debilidad, he de destacar que este recorrido me ha servido para reafirmar mi convicción de que la Diputación es una institución totalmente necesaria; muy en especial para esos pequeños pueblos que, como sabemos, no tienen margen de maniobra. Dicho esto, una de las grandes debilidades que he detectado es la enorme falta de personal que sufren los ayuntamientos para, muy en especial, redactar los proyectos. A esta se une el problema del empleo, las infraestructuras y las dificultades a la hora de poder prestar todos los servicios que les demandan sus ciudadanos. Dificultades que son comunes, pero que, si cabe, son más acusadas en las ELA, que soportan un número importante de habitantes, pero que, en modo alguno, sus presupuestos se ajustan a las necesidades que tienen. De ahí que tengan que sentir a la Diputación muy cerca, algo en lo que nos hemos volcado. Además, me gustaría destacar la gran acogida que hemos tenido por parte de los diferentes alcaldes, que han valorado nuestra total predisposición a ir dando respuestas a sus necesidades.

Entiendo que no comulgó usted con quienes, con motivo de la crisis, criticaron el gasto en las diputaciones e, incluso, pusieron sobre la mesa la posibilidad de que desaparecieran.
Yo creo que fue un rotundo error el simple hecho de plantearlo. Si, en nuestro caso, se conociera más a la Diputación de Cádiz y se supiera todo lo que hace en favor de los municipios, no se diría que existe exceso de personal y presupuesto. Creo que la conclusión sería la contraria. Es algo que, estoy segura, confirmaría cualquier alcalde de nuestra provincia. Es más, si la ciudadanía conociese en profundidad los servicios que desde la Diputación se prestan a sus ayuntamientos (me basta con hacer referencia a los técnicos que elaboran los proyectos), desaparecería esa creencia de que la institución es un monstruo cargado de personal y que es un gasto. En definitiva, si ya estaba convencida del importante papel de la Diputación de Cádiz; ahora lo estoy aún más y, por ello, pienso que sería un error y una auténtica locura plantear su desaparición. Creo que es el pulmón de las pequeñas localidades y, sin él, éstas se asfixiarían.
¿Percibe que el ciudadano conoce y otorga el valor real a la tarea que desempeña la Diputación?
No. Es más, creo que la Diputación de Cádiz es la gran desconocida en lo que a las diferentes administraciones se refiere. Cosa que, obviamente, no resulta lógico, ya que, dejando a un lado los ayuntamientos, es la administración más cercana a cada administrado. Además, hablamos de una institución que está en todos los planos de la política, con conexión directa con el ciudadano en cuanto a cultura, deporte, empleo o, por poner un ejemplo de algo que tanta importancia tiene en el día a día, las carreteras. Dicho esto, tengo muy claro que es uno de los grandes retos que tenemos por delante: que se conozca más y mejor la labor que desempeña la institución y que, como digo, afecta tan directamente a la ciudadanía.
¿Qué hay de ese sectarismo del anterior periodo al que usted se ha referido en numerosas ocasiones?
Es tan cierto como que nos hemos encontrado con ayuntamientos que no han visto la ayuda de la Diputación de Cádiz por ninguna parte y que, de hecho, tienen esa deuda ahí.
¿Puede concretar?
Simplemente, se trataba de ayuntamientos que no coincidían con el color político. Algo que nosotros hemos revertido, gobernando desde el primer día para todas las localidades. Sin ir más lejos, en el último Pleno se levantaron todos los diputados socialistas porque no estaban conformes con lo que se llevaba, ausentándose de una votación que era para la aprobación de planes que iban destinados a sus propios ayuntamientos. Por contra, este nuevo gobierno provincial, a los hechos me remito, está gobernando para todos por igual, atendiendo a criterios de población en el reparto y otorgando subvenciones para las necesidades concretas de cada municipio, sin mirar los colores políticos. De hecho, desde el máximo diálogo y cordialidad, tengo una gran sintonía con alcaldes que son de IU y PSOE.
¿Hay alguna población o poblaciones que le preocupen más a tenor de lo visto?
Es cierto que nos hemos encontrado con poblaciones que presentan situaciones muy especiales. Que soportan una deuda histórica y que sufren de una forma más acusada realidades como la del desempleo, falta de recursos, narcotráfico, seguridad, etc., como puede ser la propia Línea de la Concepción. O, también, Barbate, con un ayuntamiento en una delicada situación económica. Son ayuntamientos que lo tienen más complicado que otros desde hace años y que, por tanto, hay que volcarse con ellos y ayudarlos. Además, se trata de municipios que no han tenido ayudas por parte de otras administraciones. De hecho, me preocupa mucho que, en lo que al Campo de Gibraltar se refiere, se produzca la declaración de Zona de Especial Singularidad, algo que se viene reclamando desde hace años. Ante estas situaciones ni podemos ni vamos a volver la mirada.
¿Cómo vivió lo sucedido en Barbate y todo lo que ocurrió en torno a ello?
Ha sido uno de los momentos más duros y difíciles de este año. Fue algo horroroso, que nos dejó una gran sensación de impotencia, con pérdidas humanas irreparables. En lo que se refiere a Barbate, sabes que es un pueblo trabajador, con grandes posibilidades, pero que, lamentablemente, se encuentra con ese problema. Nosotros no tenemos competencias en ello y, por tanto, hemos demandado que se vuelque el Gobierno de España, que es el que tiene que estar para hacer frente a una lacra que está tirando del pueblo de Barbate; cuando podría ser todo lo contrario por todo ese potencial que tiene.
Primer año de gobierno junto a sus socios de la La Línea 100 x100, ¿qué balance hace?
La verdad es que no nos puede ir mejor. Estamos demostrando que somos un gobierno muy compacto, siempre abierto al diálogo. Nos llevamos muy bien y estamos gestionando de la mejor forma posible, cada uno desde sus áreas y, siempre, de forma coordinada.
¿Convencida de que va a ser un gobierno a largo plazo?
Hoy por hoy, no tengo motivos para estar preocupada ni pensar lo contrario. Estoy muy contenta de cómo estamos gobernando y, como digo, centrados en hacer la mejor gestión posible en favor de nuestros municipios.
En algunos municipios, sobre todo costeros, empieza a aflorar cierto malestar social con la dimensión que está adquiriendo el turismo y su influencia en temas como el de la vivienda, ¿qué opinión tiene?
En mi opinión, a día de hoy, el turismo de Cádiz no tiene los problemas de masificación que soportan zonas como Mallorca o el Levante. Creo que hemos sabido proyectar un turismo sostenible, que se ha hecho bien y que, por tanto, debemos seguir manteniendo esa apuesta por la sostenibilidad y la calidad.
Debemos mirar más el gasto por turista, que aumentar el número de visitantes. Tenemos mucho que cuidar para que, como viene ocurriendo hasta ahora, las vidas de los gaditanos no se vean afectadas por las masificaciones.
Acaba de comenzar el segundo año de gobierno, ¿qué prioridades se marca?
En breve tendremos el nuevo Plan de carreteras. Vamos a mejorar las infraestructuras, ya que se trata de algo muy necesario tanto para la vida del gaditano como para el sector económico. También vamos a potenciar las inversiones y, a su vez, atraer inversores para seguir avanzando en materia de empleo. Lo esencial es potenciar los sectores estratégicos que tenemos en Cádiz y seguir construyendo una provincia amable para vivir y trabajar.
✕
Accede a tu cuenta para comentar