Investigación
La comunicación celular como instrumento para combatir el cáncer
El estudio en el que participa la Universidad de Granada detalla que las células estiran su membrana a través de los filamentos de actina y generan unos microtúbulos por los que circulan las proteínas
La Universidad de Granada (UGR) participa en un estudio interdisciplinar que ha permitido entender cómo se comunican las células, un aspecto clave para luchar contra determinados tipos de cáncer.
La investigación ha detallado que las células estiran su membrana a través de los filamentos de actina y generan unos microtúbulos por los que circulan las proteínas.
Este procedimiento es la base de la comunicación celular y utiliza los microtúbulos, llamados citonemas, que pueden llegar a ser muy largos y a tener del orden de siete veces la longitud de una célula.
Los citonemas realizan un movimiento de elongación -de contacto con otra célula o con la membrana de otra célula para intercambiar información-, son muy dinámicos y actúan de manera simultánea a ortos.
“Demostramos, experimentalmente y con modelos matemáticos predictivos corroborados con datos, que hay diversas concentraciones de proteínas en los citonemas que actúan promoviendo un campo de direcciones con efectos atractivos o repulsivos entre ellos, según dicha concentración”, ha explicado el catedrático del Departamento de Matemática Aplicada de la UGR e investigador de este estudio Juan Soler.
Este proceso es parecido a lo que ocurre con los campos eléctricos o gravitatorios y marcan el crecimiento y la renovación celular o, cuando está desregulado, el crecimiento tumoral.
Soler ha detallado que, en relación con la comunicación celular, ya hay experimentos con insectos en los que, al impedir que los citonemas se formen, se ha logrado que larvas de la mosca vuelen con normalidad después de inocularle un cáncer cerebral.
Ha añadido que, además de la vinculación con el cáncer, los citonemas hacen otras funciones y eliminarlos todos temporalmente podría provocar efectos incontrolados, por lo que hay que avanzar en en estudios sobre la forma de intervenir en el proceso de comunicación celular.
“Estamos trabajando en las interacciones entre citonemas de células tumorales y las neuronas. Las células tumorales no producen una proteína que es necesaria para que puedan migrar e invadir otras partes del cerebro y se las secuestran a las neuronas”, ha detallado Soler.
En este estudio, cuyos resultados publica la revista Nature Communications, participan investigadores de la UGR y del Centro de Biología Molecular, CBM, Severo Ochoa-CSIC.
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