Tribunales
Le piden 25 años de cárcel por descuartizar a su expareja y tirar la cabeza y las manos al mar
El agresor está acusado de un delito de asesinato con el agravante de parentesco
Un hombre se enfrenta a una petición fiscal de veinticinco años de prisión por un presuntamente decapitar y descuartizar a su expareja y arrojar al mar la cabeza, las dos manos y el cuerpo aunque parte de sus restos aparecieron el 8 de enero de 2023 en una playa de Marbella. El agresor está acusado de un delito de asesinato con el agravante de parentesco y también se pide que sea condenado a nueve meses de prisión por quebrantamiento de condena ya que tenía en vigor una orden de prohibición de comunicarse con ella por cualquier medio y acercase a la misma, según el escrito acusatorio del fiscal, al que ha tenido acceso EFE.
El presunto agresor había sido condenado días antes del crimen por el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Marbella por un delito de maltrato a la expareja, Natalia, auxiliar de enfermería de 46 años y nacionalidad colombiana. El cadáver de la mujer apareció en el mar, en la playa entre Elviria y Las Chapas, decapitada, sin manos y con una gran incisión en el abdomen, que según el fiscal hizo para conseguir que se hundiera y evitar que pudiera ser identificada.
Tras el hallazgo del cadáver mutilado submarinistas del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil de Málaga buscaron sin éxito restos de la mujer y el Ayuntamiento de Marbella asumió la gestión y el coste del entierro de la víctima.
El acusado, un colombiano de 45 años, mantuvo una relación sentimental con la víctima durante siete meses y en la mañana del 8 de enero de 2023 solicitó a un compañero de trabajo que lo recogiera con una furgoneta de alquiler con la excusa de realizar un trabajo, siempre según la versión del fiscal. El presunto agresor pidió a su compañero que se dirigiera con la furgoneta a las inmediaciones de un centro religioso donde la víctima acudía cada domingo y tras verla entabló una conversación con la misma.
La mujer accedió a subir a la furgoneta y el procesado le dijo a su compañero que los dejara en el aparcamiento de una urbanización marbellí y que devolviera el vehículo. Acusado y víctima se dirigieron a una playa cercana y tras detenerse en unas dunas mantuvieron relaciones sexuales y tras finalizar "con ánimo de acabar con su vida, de manera sorpresiva y con expreso desprecio al sexo femenino", la agarró por el cuello cuando se encontraba de espaldas y sin posibilidad de defenderse, la asfixió y le provocó la muerte. A continuación, el agresor decapitó con un cúter que llevaba a la mujer y arrojó al mar los restos.
El mismo día que apareció en el mar, los familiares de la mujer creyeron reconocerla en unas imágenes del cadáver mutilado que circulaba a través de redes sociales, por lo que denunciaron su desaparición y advirtieron que era víctima de violencia de género. La mujer había recibido amenazas por teléfono días atrás de su expareja, con quien había mantenido una relación de varios meses y al que posteriormente denunció por malos tratos.
La Policía Nacional detuvo al hombre inicialmente por quebrantar las medidas cautelares de alejamiento dictadas por el juez tras su detención por malos tratos pero tras una reconstrucción de los hechos en Marbella el exnovio confesó que la mató y arrojó el cadáver decapitado al mar.
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