Consumo
Congelados tan sanos como frescos
Un estudio confirma que las verduras ultracongeladas tienen, incluso, más nutrientes que las conservadas en la nevera durante días
Un estudio confirma que las verduras ultracongeladas tienen, incluso, más nutrientes que las conservadas en la nevera durante días
Priorizar los alimentos frescos resulta clave para mantener una dieta saludable. Sin embargo, cuando esas frutas, verduras y hortalizas pasan varios días en la nevera, sus cualidades nutricionales caen en picado. Es ahí donde entran en juego los productos congelados que, según un reciente estudio de la Universidad de Georgia, en ocasiones llegan incluso a superar nutricionalmente a los frescos. Tras analizar durante dos años diversas verduras en su versión fresca y congelada, los investigadores han confirmado que «en la mayoría de las comparaciones entre nutrientes, los hallazgos no mostraron diferencias significativas en vitaminas y minerales, mientras que en los casos en los que se aprecian diferencias significativas, los productos congelados superaron a los frescos almacenados, lo que pone en entredicho la creencia de que los alimentos frescos tienen un valor nutricional mayor que los congelados».
«Las verduras frescas, con el paso de los días, van perdiendo sus nutrientes. Como no todos tenemos huerta en casa, recomendaría hacer la compra de hortalizas diariamente o lo más frecuentemente posible. Si no hay opción, las verduras congeladas son una buena alternativa», asegura Nerea Segura, del Consejo General de Dietistas-Nutricionistas de España, quien puntualiza que «un matiz a tener en cuenta es como vayas a cocinarlas. Las frescas son interesantes para hacerlas a la plancha, tomarlas en crudo, etc., mientras que para hacerlas al vapor o cocidas las ultracongeladas resultan muy adecuadas».
Es precisamente ese matiz, el de la ultracongelación, el que marca la diferencia para determinar si un producto congelado es saludable. Así lo ratifica Luis Miguel Luengo, experto en Ciencia y Tecnología de los Alimentos y vocal del Área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, SEEN, quien asegura que «para que mantengan intactas sus propiedades, debe realizarse un proceso de congelación rápido y una descongelación lenta. De esta manera, se producen cristales de hielo más pequeños dentro de las células del alimento, por lo que éstas se rompen menos y se pierde un menor contenido de nutrientes». Pero hay otras ventajas, ya que, tal y como asegura Álvaro Aguilar, secretario general de la Asociación Española de Fabricantes de Vegetales Congelados, «la ultracongelación impide el desarrollo de microorganismos, mantiene la calidad del producto, evita la pérdida de nutrientes y aumenta su vida útil sin alterar sus cualidades organolépticas. Además, se pueden conseguir fuera de temporada, ya que están al alcance durante todo el año, sin olvidar que llegan al consumidor limpias, enteras o troceadas, por lo que no generan desperdicios y son de uso rápido y sencillo».
La ultracongelación también se emplea para carnes y pescados, «lo que aumenta su vida útil y destruye posibles parásitos», asegura Luengo, quien hace hincapié en la diferencia de estos productos con los congelados ya preparados, «que no son perjudiciales para la salud por el hecho de estar congelados, sino porque pueden aportar grasas trans y grasas saturadas y mayor cantidad de sodio». «El problema es el tipo de procesamiento, cuando se añaden azúcar, grasa hidrogenada, sal... Ese exceso de kilocalorías y esa falta de nutrientes conllevan obesidad, hipertensión, diabetes...», concluye Segura.
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