Alimentación
Hoy comemos con quinoa
El éxito de las dietas «sin gluten» y la moda por lo exótico han disparado la comercialización y la demanda de un «superalimento» rico en proteínas y aminoácidos.
El éxito de las dietas «sin gluten» y la moda por lo exótico han disparado la comercialización y la demanda de un «superalimento» rico en proteínas y aminoácidos.
¿Quiere disfrutar de un delicioso rissoto de quinoa? No hace falta que vaya a un herbolario. En las grandes superficies ya es posible adquirir paquetes de entre 250 y 500 gramos, tanto de marcas blancas como de marcas líderes, a un precio... que puede llegar a sextuplicar al del arroz. Su enorme demanda ha disparado su valor, hasta el punto de que los ciudadanos de países productores –en la cordillera andina–, que a su vez son sus más habituales consumidores, ya no se lo pueden permitir. Países como Bolivia y Perú, que lo llevan ingiriendo desde hace miles de años y al que le atribuyen todo tipo de propiedades, especialmente contra la diabetes, la osteoporosis, la migraña... La propia Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) asegura que su consumo reduce factores de riesgo de enfermedades crónicas, atribuibles a su actividad antioxidante, antiinflamatoria e incluso anticancerígena. Esta misma semana, un grupo internacional de científicos acaba de secuenciar su genoma y ha llegado a prometedoras conclusiones: podrían usar la información genética para cambiar la forma en la que la planta madura, lo que ayudaría a atender la creciente demanda alimentaria de una población mundial ascendente; además, la quinoa es capaz de prosperar y crecer en ambientes ásperos y tierras de mala calidad, lo que favorecería su expansión. Es más: la NASA ya la ha utilizado para sus viajes espaciales, pues por su tamaño y su conservación, es idónea para soportar meses de trayecto. ¿Conclusión? El «superalimento» de moda ya ha pasado a ser un habitual de nuestra mesa.
¿Qué se esconde tras el «boom» de esta semilla? «Se trata de un pseudocereal rico en proteínas y minerales –puede ser un sustituto de la carne y el pescado– que cuenta con todos los aminoácidos esenciales», explica a LA RAZÓN Juana María González, dietista, nutricionista y directora técnica de Clínica Alimmenta. Estos granos comestibles, similares al arroz –«es necesario cocinarlos para que aumenten su digestividad», especifica la experta– son, asimismo, ricos en magnesio, fósforo y hierro, así como en vitamina E y B2 y potasio. Como explica González, no se trata de un alimento que las clínicas de nutrición recomienden directamente a sus pacientes, sino que «lo hemos acabado introduciendo porque la gente ya lo tenía incorporado a su dieta». Así, cualquier régimen saludable puede contar con quinoa al menos una vez a la semana.
«Desde el punto de vista nutricional, la quinoa, considerada un pseudocereal por la cantidad de almidón que tiene, es un alimento muy interesante a la hora de incorporarlo a nuestra dieta. Biológicamente es muy completo. Cuenta con hidratos de carbono, proteínas y un perfil de grasas muy saludable», afirma Giuseppe Russolillo, presidente del Patronato de la Academia Española de Nutrición y Dietética. «Si la base de nuestra alimentación está en las frutas, las hortalizas, los cereales y las legumbres, la quinoa entraría dentro de ese grupo de cereales y leguminosas», añade.
Para Russolillo, el secreto de su éxito viene determinado «por la moda de las dietas sin gluten», debido a que la quinoa carece de esta glicoproteína. Y es que a nadie se le escapa que los alimentos «gluten free» no sólo son consumidos por celíacos. No en vano, se trata otra de las modas alimenticias que más ha calado en los últimos años. «Hay un porcentaje alto de la población que puede ser celíaca asintomática y, por tanto, no saberlo. Posiblemente, muchas de estas personas retiraron el gluten de su dieta y se sintieron mejor», dice el experto. Después, el «boca a boca» hizo el resto.
«Mi explicación al éxito de la quinoa es que, además de su perfil nutricional y ser considerado un ‘‘superalimento’’, se caracteriza también por ser exótico. Viene de fuera y llama más la atención», dice Juana María González. Y es que, que no se nos olvide que, pese a tenerlo mucho más «visto», el tomate también juega en esta «liga» de los «superalimentos». Y además, a un precio mucho más asequible.
✕
Accede a tu cuenta para comentar