España

Dr. Bonaventura Clotet: ganando batallas al sida

Constituye ya una de las grandes referencias en la Medicina española. Además, lleva desde 1995 al frente de la Fundación de Lucha contra el Sida

Sergio Alonso, Francisco Marhuenda, María Luisa Carcedo y el Doctor Bonaventura Clotet
Sergio Alonso, Francisco Marhuenda, María Luisa Carcedo y el Doctor Bonaventura Clotetlarazon

Toda su vida gira en torno a cercar al VIH, a ese virus terrible que puso en jaque a la humanidad el pasado siglo, pero, que, gracias a investigadores como él, cada día está más cerca de convertirse en un episodio médico que ya pasó. Bonaventura Clotet es médico e investigador. Si uno quiere hablar sobre el sida no puede dejar de hablar de sus investigaciones y de los trabajos científicos que ha puesto en marcha desde el IrsiCaixa y desde el Departamento de Enfermedad Infecciosas del Hospital universitario Germán Trias i Pujol de Barcelona. Como experto insiste en que el VIH, que cada año mata a dos millones de personas en el mundo -y se encuentra en pleno repunte- constituye una pandemia viva contra la que hacen falta más recursos y concienciación social para que no caiga en el olvido y se subraye, además, la necesidad de seguir investigando.

Por ello, Clotet constituye ya una de las grandes referencias en la Medicina española. Además, lleva desde 1995 al frente de la Fundación de Lucha contra el Sida. Sin embargo, el epicentro de su actividad médica e investigadora en el mencionado hospital barcelonés, donde fue testigo del primer caso de sida en España y donde asume la jefatura del Servicio de Enfermedades Infecciosas. Además, codirige desde 2006 el proyecto HIV/CAT, programa catalán de Investigación de la Vacuna del Sida. También es asesor científico de Aelix Therapeutics y de AlbaJuna Therapeutics, dos «spin-offs» creadas a partir de IrsiCaixa.

Su investigación se centra en la tan «ansiada» vacuna contra el sida, pero reconoce que hay muchos más recursos que se pueden emplear antes de que llegue. El campo de la prevención ha caído en el olvido y como ha asegurado en alguna ocasión «el problema es que no se utiliza el preservativo y esto hace que en ciertos ambientes la prevalencia de enfermedades de transmisión sexual silente sea muy elevada». Y cree que los jóvenes ven el sida «como algo vintage y no hacen prevención».

Mientras insiste en que deberían volver las campañas de «Pónselo, póntelo», Clotet junto a su equipo de investigadores no dejan de dar buenas noticias en el campo terapéutico. Este año, en febrero, conseguían el segundo paciente libre de la infección mediante un trasplante de médula, y aunque no se ha confirmado, hay otros en el mismo estudio pendientes de validación. El médico catalán insiste en que «la certeza de que el sida es curable llegará en diez años». Y seguro que en ese momento él tendrá mucho que explicar de cómo se ha llegado hasta ahí, porque cabe destacar que su trabajo, junto a otros equipos de médicos e investigadores nacionales ha conseguido colocar a España en la punta de lanza de la lucha contra el sida a nivel mundial, «somos una referencia para el resto».

Esto hace valorar el esfuerzo que se hace a nivel investigador en nuestro país, ya que el empuje y el coraje de los profesionales es el que nos convierte en líderes y no así el escaso apoyo de las administraciones públicas, ya que lamenta que el mecenazgo no esté tan bien desarrollado como en otros países vecinos. Aquí Clotet destaca que «es muy importante descartar el papel de la Generalitat y la Obra Social La Caixa en esta institución, IrsiCaixa. Una suerte de partenariado público-privado, que es un ejemplo de este tipo de colaboración en España desde hace 25 años. Ha permitido durante este tiempo dar soporte a un equipo de investigación que dirijo y creo, que, si algún mérito tengo, es únicamente haber creado un gran grupo de personalidades de relevancia internacional con la capacidad de ser referentes en el mundo y que nos mantenemos cohesionados». Pese a lo cuál, el no cesa en su empeño de seguir en la brecha y descubrir cada día nuevas formas de ganarle la batalla al VIH, «de eliminar sus escondites, de ser capaces de adelantarnos a sus mutaciones... de erradicar el virus y acabar con la situación en la que viven muchos pacientes». Porque el sida no sólo mata, merma la calidad de vida, sino que marca para siempre socialmente a los pacientes. «Gran parte sigue teniendo miedo a salir del armario, aunque hay casos en los que han conseguido hacer una vida normal y han tenido hijos». Todo ello es posible gracias a los avances de laboratorios como el suyo, que han conseguido diseñar terapias antirretrovirales que han mantenido “a raya” el virus y han ido poco a poco siendo menos tóxicas, más tolerables.