Cirugía

Dr. Javier Moradiellos: “Operamos a pacientes más frágiles, que toleran mal la cirugía tradicional”

Dr. Javier Moradiellos, especialista en cirugía torácica | Luis Díaz
Dr. Javier Moradiellos, especialista en cirugía torácica | Luis Díazlarazon

1- ¿Qué tipo de intervenciones se pueden llevar a cabo con el robot Da Vinci?

Inicialmente, se ha utilizado para la extirpación del timo o para tratar lesiones en el mediastino sin necesidad de cortar el esternón. En la actualidad, se realizan intervenciones más complejas, con reconstrucciones de vasos sanguíneos o de bronquios, así como de tumores grandes. Sus indicaciones son cada vez mayores.

2- ¿Qué conclusiones extrae de estas primeras cien operaciones?

Estamos sorprendidos por los resultados tan positivos que estamos obteniendo. Nuestros afectados se recuperan más rápido y con menos molestias. La visión del campo quirúrgico es inmejorable y la capacidad de movimiento resulta muy superior. Un cirujano que ve mejor y manipula mejor es un profesional seguro para sus pacientes.

3- Han sido los primeros en practicar, en España, una extracción del lóbulo pulmonar con este sistema robótico. ¿En qué consiste?

La lobectomía es la cirugía oncológica adecuada en la mayoría de los cánceres de pulmón que pueden ser operados ya que brinda a los pacientes las mayores probabilidades de curación de su enfermedad. Implica la manipulación de estructuras delicadas, como las arterias y venas pulmonares, que se aíslan, cierran y seccionan para permitir la extirpación de la parte del pulmón de la que dependen. La operación consiste en realizar estas técnicas a través de microincisiones de menos de un centímetro, de una forma menos agresiva y más precisa.

4- También han extirpado un tumor pulmonar marcado con radiotrazador, combinando las cirugías robótica y radioguiada.

En muchas ocasiones, las lesiones pulmonares sospechosas no son visibles o ni siquiera palpables. La cirugía radioguiada consiste en marcar previamente estas lesiones con un radiotrazador, utilizando imágenes de TAC, para localizarlas intraoperatoriamente con una gammasonda especial y extirpar la mínima cantidad de órgano posible. Por primera vez, combinamos esta operación radioguiada con el abordaje robótico, manejando el equipo con los brazos del robot. De esta manera, no sólo se preserva al máximo el pulmón sano, sino que la persona se beneficia de la técnica mínimamente invasiva robótica. Es una sinergia de gran utilidad.

5- ¿Qué diferencias hay entre los instrumentos de videotoracoscopia y los brazos del Da Vinci?

Las divergencias son similares a las de operar con unos «palillos chinos» y con la mano humana. Los instrumentos de videotoracoscopia tienen cuatro grados de libertad o direcciones en las que es posible el movimiento; los instrumentos robóticos del Da Vinci cuentan con siete, lo que le permite una capacidad de manipulación muy superior a la de cualquier instrumento tradicional de cirugía por video. Adicionalmente, tienen mayor rango de movimientos que la mano humana –rotaciones completas, flexiones de más de 90 grados, etc.–, así como la posibilidad de realizar gestos quirúrgicos muy finos y filtrados del temblor fisiológico, lo que aumenta la estabilidad del instrumento y la seguridad.

6- ¿Qué beneficios tiene para el afectado esta técnica?

Es mínimamente invasiva: menos dolor postoperatorio, menos estancia en el hospital, recuperación más rápida de la calidad de vida, menos pérdida de sangre, etc. Todo ello manteniendo, e incluso superando, los beneficios oncológicos de las técnicas abiertas tradicionales. Podemos operar a pacientes más frágiles, que tolerarían mal la cirugía tradicional. Además, si éstos se recuperan antes, también se encuentran en mejores condiciones para afrontar tratamientos adicionales, como la quimioterapia.

7- ¿Ofrece la robótica más seguridad?

Creemos que la cirugía torácica robótica puede superar a las técnicas habituales, incluso a la videotoracoscopia convencional

8- ¿Qué potencial tiene este tipo de cirugía en el futuro?

La cirugía sigue siendo el pilar del tratamiento en las enfermedades malignas extirpables; claramente, lo es en el cáncer de pulmón. Al mismo tiempo, los pacientes que operamos son cada vez más mayores y más frágiles, por lo que resulta imprescindible avanzar en intervenciones con la menor agresión posible. En este sentido, el futuro pasa por las técnicas asistidas por robot. En cirugía torácica, la adopción de las técnicas de video fue más tardía, pero también ha sido más rápida. Con la evolución actual, el cirujano torácico más habitual del futuro próximo será uno robótico.

9- ¿Cómo se podría incrementar la eficacia de este sistema?

Estamos ya en la cuarta generación y, en cada evolución, los instrumentos son más pequeños, más manejables y más versátiles. En el futuro no sólo realizaremos cirugías robóticas manejándolos a través de una sola incisión, sino que la imagen del campo quirúrgico incluirá los datos de la anatomía del paciente en lo que se llama «realidad aumentada». Otros sistemas también permitirán que el cirujano se beneficie de la experiencia de profesionales de otros centros en una especie de «evolución colectiva».

10- ¿Existe un perfil determinado de paciente ideal?

Tras la introducción de nuevas técnicas, la selección es más estricta. A medida que aumenta la experiencia podemos abordar casos más complejos. En nuestro equipo, tras más de cuatro años y más de 100 personas intervenidas mediante cirugía torácica robótica, cada vez podemos ofrecerla a un mayor número y las indicaciones se van ampliando.