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La hora de las vacunas

Ante la aparición de brotes de enfermedades prevenibles como el sarampión la industria farmacéutica hace un llamamiento a reforzar la vacunación en Europa

La hora de las vacunas
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Que las vacunas constituyen uno de los mayores hitos de la historia de la medicina es un hecho que está fuera de dudas. Gracias a ellas cada año se evitan de dos a tres millones de muertes en todo el mundo, al lograr frenar el avance de cerca de treinta enfermedades prevenibles. Además, las vacunas resultan esenciales a la hora de luchar contra la resistencia a los fármacos antimicrobianos y protegen a personas de todas las franjas de edad.

Por si fuera poco, la vacunación supone un coste asumible, ya que con 4.000 euros se puede proteger a una persona durante toda su vida de las 17 enfermedades prevenibles más importantes, y genera además una importante actividad de I+D biomédica en Europa, donde se produce el 80% de las dosis a escala global.

Sin embargo, en los últimos tiempos, se han empezado a registrar brotes de enfermedades prevenibles, muchas veces asociados a tasas de vacunación por debajo de lo necesario. Es lo que ha ocurrido, por ejemplo, con el caso del sarampión, que causó 10.000 contagios y 31 muertes solo en el primer semestre de 2018 en una veintena de países de la Unión Europea.

Ante esta realidad, Vaccines Europe -entidad que agrupa a los fabricantes de vacunas y que se integra en Efpia, asociación europea de la industria innovadora de la que en España forma parte Farmaindustria-, ha hecho público esta semana un Manifiesto reclamando a las autoridades comunitarias que tomen medidas para seguir protegiendo a los ciudadanos a través de la vacunación.

Bajo el título Construyendo una Europa más sana, Vaccines Europe señala que es el momento de adoptar las recomendaciones del Consejo de la Unión Europea que tenían, entre otros objetivos, el deincrementar la cobertura vacunal hasta alcanzar el 95% en 2020.

Con el fin de potenciar la vacunación, Vaccines Europe plantea distintas medidas en tres ámbitos, denominados Salud para todos, Excelencia europea y Juntos somos más fuertes. El primero de estos enfoques aboga por destacar la importancia de la vacunación a lo largo de toda la vida, así como el papel de los profesionales sanitarios al informar a la población sobre la importancia de la vacunación y también predicar con el ejemplo vacunándose ellos mismos.

Otro de los objetivos del Manifiesto, encuadrado en el capítulo Excelencia europea, se centra en la importancia de promover incentivos para que las compañías que investigan, desarrollan y fabrican vacunas permanezcan en Europa, así como reconocer el importante rol que juegan las vacunas en la lucha contra las resistencias a los fármacos antimicrobianos, que se cobran 33.000 muertes en Europa cada año.

Vaccines Europe destaca también, en el apartado Juntos somos más fuertes, establecer un diálogo fluido entre industria y autoridades sanitarias con el fin de anticipar la evolución de las recomendaciones vacunales para prever mejor la demanda, evitando desabastecimientos, así como simplificar los requerimientos en materia de empaquetado y envasado y establecer un sistema que haga posible el intercambio de vacunas entre países comunitarios en caso de brotes.

12 años de investigación y 500 millones de inversión

Desde Farmaindustria se recuerda que las vacunas con productos biológicos muy complejos y sofisticados, hasta el punto de que son necesarios más de 12 años de investigación y 500 millones de euros de inversión para crear una nueva vacuna. Las vacunas son, además, los productos a los que se le exigen los estándares de seguridad más elevados, de forma que todas las vacunas que se usan actualmente han demostrado claramente su eficacia y seguridad.

En este sentido, las vacunas superan prolongados y estrictos procesos de pruebas para asegurar su calidad, mediante un seguimiento continuo. Todo ello hace que producir un solo lote pueda requerir entre6 y 33 meses.

Gracias a todo ello, reportan grandes beneficios en términos de salud, y suponen mejoras sustanciales en aspectos cruciales como la mortalidad infantil: desde 1990, las tasas de mortalidad de menores de 5 años se ha reducido en el mundo un 52% gracias a la inmunización, pasando de 12,6 a 6,6 millones de fallecidos al año.