Madrid
Identifican la «zona cero» del alzheimer en el cerebro
Una región crítica pero vulnerable en el cerebro parece ser el primer lugar afectado por la enfermedad de Alzheimer de aparición tardía y puede ser más importante para mantener la función cognitiva en ancianos de lo que se pensaba anteriormente, según una nueva revisión de la literatura científica publicada en ‘Trends in Cognitive Sciences’, informa Europa Press.
El locus coeruleus es una pequeña parte azulada del tronco cerebral que libera norepinefrina, el neurotransmisor responsable de la regulación de la frecuencia cardiaca, la atención, la memoria y la cognición. Sus células o neuronas envían ramificaciones como los axones a través de gran parte del cerebro y ayudan a regular la actividad de los vasos sanguíneos.
De hecho, su alta interconexión puede hacerlo más susceptible a los efectos de las toxinas e infecciones en comparación con otras regiones del cerebro, subraya la autora principal de este análisis, Mara Mather, profesora de Gerontología y Psicología de la Escuela de Gerontología de la Universidad del Sur de California, en Estados Unidos.
Esta investigadora agrega que el locus cerúleo es la primera región del cerebro en mostrar la patología tau, las marañas de proteína de lenta expansión que posteriormente pueden convertirse en signos de propagación de la enfermedad de Alzheimer. Aunque no todo el mundo desarrollará Alzheimer, los resultados de las autopsias indican que la mayoría de las personas presentan indicios de patología tau en el locus cerúleo en la edad adulta temprana, añade.
La norepinefrina liberada del locus cerúelo puede contribuir a prevenir los síntomas de Alzheimer. Estudios realizados con ratas y ratones han demostrado que la norepinefrina ayuda a proteger las neuronas de factores que matan las células y aceleran la enfermedad de Alzheimer, como la inflamación y la estimulación excesiva de otros neurotransmisores.
La norepinefrina es liberada cuando alguien se dedica o es mentalmente desafiado por una actividad, ya sea a la hora de resolver problemas en el lugar de trabajo, realizando un crucigrama o tocando una pieza difícil de música. «La educación y las carreras generan una ‘reserva cognitiva’ en edades avanzadas o un rendimiento efectivo del cerebro a pesar de la invasión de la patología -apunta Mather--. La activación del sistema del locus cerúleo-norepinefrina mediante retos nuevos y mentales durante toda la vida puede contribuir a la reserva cognitiva».
Europa Press
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