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El cuerno de rinoceronte, la pieza a cazar por los ladrones en los museos de Europa

Al menos 261 cuernos han sido robados en los últimos años en museos, casas particulares y edificios públicos para venderlos en el mercado negro.. De ellos, 60 en la UE. Es una práctica que va en aumento

El cuerno de rinoceronte, la pieza a cazar por los ladrones en los museos de Europa
El cuerno de rinoceronte, la pieza a cazar por los ladrones en los museos de Europalarazon

Al menos 261 cuernos han sido robados en los últimos años en museos, casas particulares y edificios públicos para venderlos en el mercado negro.

De ellos, 60 en la UE. Es una práctica que va en aumento

Entre enero y abril de este año, 363 rinocerontes fueron cazados furtivamente en Suráfrica. En todo el continente africano se dio muerte a 1.338 ejemplares en 2015. Una cifra desoladora, máxime si se compara «con los 60 rinocerontes que se cazaron de forma furtiva en 2006; es decir, un incremento del 2.130%», recuerda Shruti Suresh, de la Agencia británica de Investigación Ambiental (EIA). A pesar de los esfuerzos, las incautaciones representan una mera fracción de los niveles reales de comercio ilegal. Prueba de ello es que más de 6.000 rinocerontes fueron abatidos en África entre 2006 y 2015, es decir, 12.000 cuernos. Y en cambio, se incautaron a nivel mundial 2.914 kg de cuerno de rinoceronte desde 2006, aproximadamente 1.050 cuernos, según los datos facilitados por la EIA.

La demanda en Vietnam y China ha provocado un dramático aumento de la caza furtiva, y eso a pesar de las campañas que organizaciones como WWF han hecho destinadas a los varones vietnamitas para desmentir las propiedades afrodisíacas y de salud en las que aún muchos aún siguen creyendo.

«En la última década, en África del Sur, donde vive el 90 por ciento de los rinocerontes blancos, la caza pasó de 13 animales muertos en 2007 a 1.215 en 2014, un aumento del 9.000 por ciento», precisa Shruti Suresh.

Aunque cada vez son más las iniciativas para acabar con esta práctica, el elevado valor del cuerno de rinoceronte en el mercado negro, dificulta frenar el furtivismo, a pesar de estar prohibido en el mercado internacional.

Desde la agencia británica prefieren no dar los precios, ya que esto «pone de manifiesto la naturaleza lucrativa del comercio y puede estimular aún más el comercio ilegal». Pero no es precisamente un secreto y quien quiera puede verlo a golpe de clic. Basta con poner en un buscador precio y kilogramo de cuerno de rinoceronte para ver cifras escandalosas, 49.000 euros el kg. Mucho, mucho más que un kilo de heroína, que alcanza un precio de 24.000 euros el kg, según los datos facilitados por fuentes de la Policía Nacional. Es decir, un 204,17 por ciento más que la heroína.

Este dato explica que de un tiempo a esta parte se haya dado un paso más. No sólo se trafica con los cuernos desde países en los que alguna de las cinco especies de rinocerontes (de Sumatra, Java, Negro, Blanco, Indio) están presentes, también se roban aquí, en Europa.

«Se están registrando robos en reservas gubernamentales, casas particulares y museos, que muestran el aumento de este tipo de prácticas en áreas tales como la Unión Europea. Entre 2006 y 2015 se registraron al menos 261 robos, la mayoría de los cuales acabaron probablemente en el mercado negro. Según nuestra investigación, durante este periodo, el primer robo de cuerno de rinoceronte en un museo tuvo lugar en el Münster Zoo, en Alemania, en diciembre de 2010. En aquella ocasión, fue robado un cuerno», explica Shruti Suresh.

«De los 261 cuernos robados –en museos, casas...–, 60 fueron robados en Europa. En concreto, en 2010 se robaron ocho (uno en Europa); en 2011, 34 (todos en la UE); en el año 2012, dos (todos en la UE); en 2013, 78 (12 en Europa); en 2014, 115 (tres en Europa), y en 2015, 24, ocho de ellos en Europa», detalla Suresh, que recuerda que los datos no son exhaustivos, sino una aproximación. Es decir, que tras el «boom» registrado en 2011 la cifra parecía que bajaba, pero ha vuelto a subir. No es un asunto baladí, el 35,09 por ciento de todos los robos de este tipo que tienen lugar en el mundo se realizan en la UE.

En León

En España, el único caso del que tienen constancia en la EIA tuvo lugar en 2012 en Valdehuesa, León, en concreto en el Museo de la Fauna Salvaje. Su fundador, según «La Crónica de León», sostenía ya entonces que el principal móvil era el mercado negro. Robaron tres cuernos, pero sólo uno era auténtico, los otros dos eran réplicas sintéticas. En marzo de ese año, la Guardia Civil detenía en Santa Pola (Alicante) a un hombre y una mujer acusados de varios robos de animales exóticos disecados y piezas de taxidermia que se habían registrado en varias zonas del país.

Pero lo cierto es que, en materia de detenciones, desde la Agencia explican que «la información pública disponible es limitada. Sólo en Suráfrica, 317 personas fueron detenidas en 2015, frente a las 258 del año anterior. Resulta preocupante observar cómo no se publicitan las detenciones» y las sentencias. Y es que consideran que publicitarlo podría servir para desanimar a los furtivos y a los que compran este tipo de productos en el mercado negro.

Suresh, tras explicar que, de los 363 ejemplares cazados furtivamente en Suráfrica, al menos 10 se han vendido en el mercado negro (unos 112 kg), incide en que es crucial aplicar leyes y políticas inequívocas que prohíban claramente todo el comercio. Dichas leyes se deben hacer cumplir de forma inteligente con un enfoque múltiple de toda la cadena de comercio, los países de origen, de tránsito y de destino».

Remando en contra

Algo que a priori parece más que lógico, pero que en pleno siglo XXI se va a debatir por las Partes durante la Convención de las Naciones Unidas sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites). Y es que el pasado mes de abril el Reino de Suazilandia presentó una propuesta para legalizar el comercio de cuerno de rinoceronte, del stock procedente de decomisos y de los animales muertos por causas naturales, para sufragar las medidas destinadas a combatir el furtivismo. Vamos, como si se permitiera el comercio de heroína para sufragar su lucha.

«Si tiene éxito, permitiría vender sus existencias de cuerno de rinoceronte a compradores no especificados ‘‘en el Lejano Oriente’’», recuerda Suresh. Desde la EIA se está animando a todas las Partes de Cites para instar al citado país a retirar su propuesta, porque «los mercados legales paralelos estimularían aún más la demanda de este producto, al permitir el lavado de cuerno en los mercados legales», recuerda Suresh.

Algo que pondría aún más en la cuerda floja a los 20.000 rinocerontes blancos y 5.000 negros que quedan en África y los 5.000 que hay en Asia. Y no es la única noticia negativa de este año. Tras siete años de prohibición, la Corte Suprema de Apelaciones de Suráfrica ha dado luz verde al comercio local de estos cuernos.