Investigación científica
Especies casi invisibles para el ojo humano
Las diminutas conchas de caracol, con 0,86 mm, encontradas en China se suman a la lista de especias de menos de un centímetro de tamaño
Las diminutas conchas de caracol, con 0,86 mm, encontradas en China se suman a la lista de especias de menos de un centímetro de tamaño
Especies no ya de menos de 10 centímetros, sino también el hallazgo de taxones de menos de un centímetro y de un milímetro asombran cada cierto tiempo a los científicos. En esta ocasión, un grupo de científicos de la Universidad de Shinshu (Japón) y del Museo de Historia Natural de Bernala han descubierto unas conchas de caracoles chinos tan minúsculos que los propios investigadores han afirmado que desafían el conocimiento actual sobre microcaracoles terrestres. Se trata de la especie Angustopila dominikae, que, con 0,86 mm, es quizá la especie de caracol terrestre más pequeño. Tanto es así, que diez ejemplares de esta especie, localizados en la provincia china de Guangxi, al sur del país, entrarían en la cabeza de una aguja de coser, apuntan los científicos que han descrito esta semana un total de siete nuevas especies de caracoles terrestres en la revista «ZooKeys», como las Angustopila subelevata, con entre 0,83 y 0,91 mm de altura (0,87 mm de media).
Un hallazgo más importante de lo que a simple vista pudiera parecer, porque «los extremos en el tamaño del cuerpo de los organismos no sólo atraen la atención del público, sino también incitan interés en cuanto a su adaptación a su entorno», recuerdan los investigadores. «La investigación de caracoles de tierra diminutos es importante para evaluar la biodiversidad y la historia natural, así como para el establecimiento de las bases para el estudio de la evolución de enanismo en los animales invertebrados», añaden.
Otro diminuto ejemplar, del que ya se hizo eco este suplemento, es Paedophryne amauensis, una rana descubierta en Nueva Guinea, un punto caliente de biodiversidad. Esta especie, de 7,7 mm de media (el macho mide sólo 7 mm), es considerada no sólo la más pequeña de su especie, sino también el vertebrado más diminuto del mundo de los aproximadamente 60.000 que se conocen en la actualidad. Su foto sobre una moneda que parecía gigante a su lado resultó sorprendente, máxime cuando un batracio puede medir unos 80 mm. Tanto es así, que estas ranas tienen un menor número de vértebras. Su mayor peligro, que dado su tamaño les puede ser más fácil secarse y por tanto morir.
Tras este hallazgo, el vertebrado que se quedó en su segundo puesto en el ranking de las especies más pequeñas es un diminuto pez de Indonesia de 7,9 mm. Localizado en 2006 en una ciénaga con alto nivel de acidez en la isla de Sumatra, esta especie, llamada Paedocypris progenetica, está curiosamente emparentada con las carpas, aunque tiene mucho menor tamaño, según el estudio publicado en su día en «Proceedings of The Royal Society». A los investigadores les llamó la atención que esta especie, con apariencia de larva, pese a su tamaño posee unos alerones con músculos grandes.
El descubrimiento de este pez desbancó, sólo por un milímetro, a un gobio, un pez encontrado en el Indo-Pacífico. Entre ambos puestos, se encuentra otro batracio: Paedophryne swiftorum, una rana de 8,5 mm localizada en la misma expedición en la que se halló la rana de 7,7 mm.
La lista de especies diminutas continúa, como el ave Mellisuga helenae, que es considerada la más pequeña. Localizada en Cuba, los ejemplares machos miden 57 mm y pesan únicamente 1,6 gramos. Las hembras, sin embargo, son un poco mayores.
Otro ejemplo es una avispa de entre 0,20 y 0,25 milímetros de longitud llamada Tinkerbella nana, que fue una de las diez especies más curiosas descubiertas durante 2013. Tinkerbella nana sorprendió a los científicos por ser un organismo diminuto pero complejo, con los ojos completamente formados, así como sus patas, antenas y alas.
En este caso, son una especie muy común, aunque «invisible». Pero no en todas las especies descritas sucede precisamente lo mismo. Por eso, como afirman los científicos cada vez que hay un hallazgo tan sorprendente, esperemos tener tiempo para investigar sobre ellos antes de que sus hábitats desaparezcan. Algo clave, porque cada año se descubren casi 18.000 especies. De hecho, los científicos estiman en 12 millones el número de taxones que quedan por descubrir, es decir, unas cinco veces más de las que se conocen en la actualidad. Hoy, domingo 4 de octubre, es el Día Mundial de los Animales. La conservación de sus hábitats es clave para su protección. Aunque algunas especies pueden pasar completamente desapercibidas para el ojo humano, su conservación es más importante de lo que a primera vista se pudiera pensar.
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