Londres
Piel de pez para bolsos de moda sostenible
Idunnbags es la marca creada por la diseñadora española Vanesa Leiva. Se ha hecho un hueco en el mundo del Slow Fashion
Idunnbags es la marca creada por la diseñadora española Vanesa Leiva. Se ha hecho un hueco en el mundo del Slow Fashion gracias al empleo de lo que otros consideran basura
Decir bacalao, salmón o perca es hablar de comida, de alimentos. Pero también puede querer decir algo más. Por ejemplo, piel curtida. Porque, ciertamente, con la epidermis de estas especies y de otras muchas se puede hacer cuero y obtener un material muy vistoso, con muchas posibilidades y usos en marroquinería.
De hecho, con piel de estos tres peces la diseñadora Vanesa Leiva crea bolsos para su joven marca Idunnbags. Es, de hecho, uno de sus materiales estrella y con ella ha encontrado la manera de empezar a crearse un espacio en el mundo de la moda sostenible.
Su producción abarca hasta ahora dos colecciones de bolsos, lanzadas al mercado desde abril del año pasado. Pero el proceso que le ha permitido llevar a cabo este proyecto comenzó un año antes, cuando cambió la empresa de telecomunicaciones en la que trabajaba por el mundo del diseño gráfico y web, «algo que siempre me había gustado y en lo que comencé a formarme. Entonces conocí el movimiento Slow Fashion España y quise estar ahí, hacer moda de otra forma. Supe cómo y con qué tipo de materias primas se hace la ropa de la moda rápida y por qué se compra a veces tan barata».
Así fue como Leiva se marcó su línea a seguir «por una parte, hacer bolsos atemporales, que duren en el tiempo, independientemente de los colores y tendencias de la moda convencional; y, por otra, hechos con pieles de curtición vegetal certificada».
Buscando materiales fue a Londres, «allí hay una feria de moda sostenible, donde se exponen todo tipo de materiales orgánicos. Había un stand de pieles de pez de un fabricante de Islandia, que curte pieles de peces que se pescan para alimentación, y que ellos recuperan, procesan y de las que obtienen unos acabados y unos colores increíbles. Me explicaron cómo trabajan y me gustó la idea de utilizar lo que normalmente va a la basura para hacer algo precioso», explica.
En apariencia «son unas pieles muy finas, pero no son más delicadas que otras. Son muy resistentes y utilizables. Es un cuero que resiste al calor y el agua, y si se rozan o mancha, se limpia con un trapo húmedo». También emplea piel de vacuno, «para la parte trasera de los bolsos, que compro en Alemania, porque en España hay algo, pero sin certificar».
Cosidos a mano
Tampoco fue fácil dar con un taller para coser los bolsos, «porque en Madrid quedan muy pocos artesanos, pero encontré a un señor que, además, me ha enseñado muchísimo, y ahí montamos y cosemos los bolsos uno a uno».
Ya ha lanzado dos colecciones de siete modelos y ha vendido «unos 100 bolsos, entre esta línea y otra que hago con sacos de café reutilizados», venta que hace on-line y en la tienda The Circular Project, también impulsora del Slow Fashion Spain.
La curtición de piel de pez para marroquinería, zapatos o prendas de vestir en España no está desarrollada, sin embargo en Islandia y Finlandia hay diversas experiencias, así como en varios países de América Latina, como Perú, México, Chile, Colombia y Brasil.
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