Alimentación

3 sopas invernales muy saludables

El invierno es tiempo de sopas. Cuando hace mucho frío fuera, y yo incluso si hace calor porque me encantan los platos de cuchara, no hay nada que resulte más reconfortante que un buen plato de sopa caliente. Un truco para no prescindir de tomar un rico caldo durante el invierno es planear con anticipación las recetas, cocinarlas y después congelarlas.

3 sopas invernales muy saludables
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El invierno es tiempo de sopas. Cuando hace mucho frío fuera, y yo incluso si hace calor porque me encantan los platos de cuchara, no hay nada que resulte más reconfortante que un buen plato de sopa caliente. Un truco para no prescindir de tomar un rico caldo durante el invierno es planear con anticipación las recetas, cocinarlas y después congelarlas.

A la hora de tomarla, lo mejor es descongelar la sopa lentamente, así que sácala la noche de antes del congelador o, si te olvidas, caliéntala poco a poco al ‘baño maría’ (poner el tupper bajo el grifo también funciona, pero es un gasto innecesario de agua).

Y si tu problema no es el tiempo sino que piensas que las sopas son aburridas, este artículo te servirá, porque además de ricas y saludables, hay todo un mundo de propuestas para un caldo rico que va más allá de la cocina de la abuela. Estas son tres de ellas.

1. Sopa de zanahoria y jengibre: una de mis preferidas para el invierno porque aunque la zanahoria es clásica, el jengibre le da un toque muy interesante. Además, protege el intestino y facilita la digestión. (También puedes sustituir la zanahoria por la calabaza)

- 2 cucharadas de aceite de oliva

- 1 cebolla mediana

- 2 dientes de ajo picados

- 3 cucharadas de jengibre picado

- 6-7 zanahorias, peladas y picadas

- 4 tazas de caldo de verduras o de pollo

- 1 hoja de laurel

- 1 cucharadita de canela

- 1 cucharadita de sal

Calentar el aceite a fuego medio en una olla grande. Añadir la cebolla y cocinar hasta que esté pochada. A continuación, añadir el jengibre y el ajo y seguidamente las zanahorias. Cocinar unos 10 minutos moviéndolo con frecuencia.

Añadir el caldo, el laurel, la canela y la sal. Dejar a fuego fuerte hasta que hierva, tapar y bajar el fuego a bajo para un suave fuego lento una vez ha hervido. Cocínalo durante 20-30 minutos, hasta que las zanahorias estén completamente pastosas. A continuación retira la hoja de laurel y bate todo. Truco: como me encantan las sopas pero no tanto las cremas, trato de que me quede una textura muy líquida, podrás lograrlo añadiendo más agua. Si quieres facilitar todo el proceso, este mini robot es fantástico para preparar sopas y cremas.

2. Sopa de pollo con leche de coco: con una clara influencia asiática, suelo utilizar frecuentemente la leche de coco para las sopas (aunque sin abusar, porque tiene bastantes calorías).

- 2 tazas de leche de coco

- 2 tazas de caldo de pollo

- Un par de pechugas de pollo sin piel cortadas en trozos pequeños

- Un puñado de setas shitake cortadas finas

- Una cucharada pequeña de jengibre fresco rallado

- 1 cebolla cortada

- 1 cucharadita de ralladura de limón

- Un puñado de espinacas

- Salsa de soja al gusto (ojo que es bastante salada y puede arruinar la sopa)

Mezclar la leche de coco con todos los ingredientes en una olla grande (salvo la salsa de soja y la ralladura de limón, que son para condimentar y servir) y cocinar hasta que la mezcla comience a hervir. A continuación, reducir el fuego y cocinar a fuego lento, tapado, durante 30 minutos. Añadir ahora la salsa de soja y la ralladura de limón. Servir y disfrutar.

3. Caldo depurativo estrella: es un invento personal, abalado por mi nutricionista, que funciona. Evidentemente no adelgazas por tomar un plato de sopa, pero sirve, y mucho, para depurar y darle una tregua a tu hígado. Yo lo suelo tomar durante un par de noches seguidas tras regresar de un viaje (donde seguramente habré cometido más de un exceso).

Poner en frío, en tres litros y medio de agua:

- Una cabeza de ajos sueltos sin pelar

- 300 gr. cebolla troceada

- 1 apio verde (según tamaño) con hojas

- 1 ó 2 puerros

- 1 cebolla tierna con su cola verde

- 4 hojas de acelgas

- 2 hojas verdes de lechuga larga

Hervir durante 1’30h y colar. Evidentemente no es tan colorida ni tan exótica como las anteriores, pero es una estupenda receta de caldo drenante.