La importancia de la respiración cuando haces ejercicio

Pocas cosas pasan más desapercibidas que la respiración en nuestra vida diaria, algo que todos hacemos de forma natural y a lo que apenas prestamos atención salvo si estamos enfermos (catarro, gripe, bronquitis...) o, es el caso que hoy nos ocupa, si realizamos ejercicio.

En el segundo caso, es muy importante que el deportista entienda la importancia de la respiración sea cual sea la práctica deportiva, porque nuestra respiración se conecta a nuestro cuerpo y nuestro cuerpo para la respiración. Gracias a la respiración controlamos mejor nuestros pensamientos, por tanto nuestro estrés, por tanto, nuestro rendimiento. De ahí que sea tan importante controlar, y ser conscientes de nuestra respiración, para que nuestro cuerpo rinda y nuestra mente se relaje.

¿Pero cómo respirar? Más allá de un simple intercambio de oxígeno y dióxido de carbono, la respiración dependerá del tipo de ejercicio que estemos llevando a cabo (amén de nuestro estado de ánimo, claro). Algunos ejemplos:

1. Entrenamiento de fuerza en el gimnasio: cualquiera que haya visitado un gimnasio sabe que hay una regla de oro en la respiración si estás trabajando con pesas. Esa regla es que en la fase de esfuerzo, cuando se levanta peso, debemos exhalar. Cuando se baja el peso, hay que inhalar. Suena simple, pero este patrón de respiración con guión es realmente complicado. El propósito de este modelo es para ayudar a limitar los picos potencialmente excesivos en la presión arterial al levantar un peso más pesado.

2. Running: correr es una actividad donde la respiración es mucho más automática, se adapta a nuestro ritmo. A medida que empezamos a correr nuestro ritmo respiratorio, así como nuestro volumen pulmonar, aumentará para adaptarse al ejercicio. Al llegar a una mayor intensidad, seguirá aumentando en un intento de mejorar el flujo de oxígeno a los músculos y la eliminación de dióxido de carbono del cuerpo. La pregunta es ¿cómo debemos respirar para ser más eficientes? Respirar por la boca ofrece un área más grande para un mayor intercambio de aire. Si lo hacemos desde la nariz, el volumen es más limitado. Respirar por la boca también nos ayuda a mantener la mandíbula y el cuello más relajado en contraposición a la nariz. En cualquier caso, la mayoría de la gente va desarrollando un ritmo natural de la respiración, que a menudo está en sintonía con su carrera continua.

La clave, según todos los estudios deportivos, es tomar conciencia de la respiración, lo que nos ayudará a regular la forma en que nuestro cuerpo está ejercitándose.

Descubre si respiras bien.