El coste emocional de la dermatitis atópica

Un informe europeo pone de relieve el gran impacto social y económico de la enfermedad

La dermatitis atópica también ocupó un lugar importante en elCongreso de la Academia Europea de Dermatología y Venereología en el que se abordó no sólo desde el punto de vista farmacológico sino también desde el social y emocional en quienes la padecen. Y es que esta enfermedad ha sido percibida durante mucho tiempo como una patología cutánea superficial y trivial. Sin embargo, un informe prueba que su naturaleza crónica y recidivante puede tener un gran impacto en el bienestar y la calidad de vida del paciente pues, al ser una enfermedad que afecta a la piel, sus consecuencias pueden ser muy visibles.

Así lo demuestran los resultados provenientes de una encuesta realizada a 1.189 afectados (el 56% mujeres y el 44% hombres con una edad media de 42 años) de nueve países europeos –España, Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, Suecia, Reino Unido, República Checa y Dinamarca– y que pone de manifiesto la realidad de esta enfermedad que afecta en Europa al 4% de los adultos y al 20% de los menores.

El trabajo «Calidad de vida y costos para las personas que viven con dermatitis atópica severa en Europa», llevado a cabo por la Asociación Europea de Pacientes con Alergias y Enfermedades Respiratorias (EFA), pone de relieve que el 45% tenían síntomas graves en el momento de la encuesta y, a pesar de la atención, presentaba casi todos los días piel seca o áspera (36%), picazón (28%), piel agrietada (17%) o sensación de que se descama (20%). Además, uno de cada cuatro afectados siente que no puede controlar la dermatitis atópica, el picor le vuelve loco (57%) y se siente culpable por rascarse (39%). Por todo ello muchos pacientes (23%) no tienen una visión optimista de su vida con eczema (como también se denomina la enfermedad),

Porque los efectos son mucho más graves de lo que se aprecia a simple vista y repercuten seriamente en su calidad de vida, ya que el aspecto que adquiere la piel afecta a los pacientes. Así, el informe muestra que uno de cada cuatro a veces no puede enfrentar la vida, especialmente los mayores de 50 años y aquellos que padecen condiciones severas de la piel; para el 45% de los pacientes la enfermedad influyó en sus relaciones, su vida sexual y sus pasatiempos la semana anterior a la entrevista. También se avergüenzan de su piel (el 58%) y esto condiciona aspectos de su vida diaria, por ejemplo, qué ropa se van a poner (61%). Por último, el 38% de los encuestados notaron que se sentían incapacitados en el trabajo debido a su piel. «Hay poca conciencia sobre la dermatitis atópica. Incluso aquellos que viven con pacientes con la enfermedad no entienden el impacto total que tiene en las personas», lamentó Mikaela Odemyr, presidenta de EFA.